viernes, 18 de marzo de 2022

25 años recorriendo mi calle, Magallanes, desde 1997 hasta 2022

Unos recuerdos y datos previos, de 1997

No recuerdo la fecha exacta del primer día que dormí en mi casa -fue en la habitación que hoy es mi estudio, en un colchón en el suelo -tan feliz al tener, por fin, un hogar que fuera mío para siempre…).

Repasando viejos papeles y facturas, encuentro que el 30 de enero de 1997 cerrajería Abad me cambia el cilindro de la puerta (tras las obras, mínimas, que duraron una semana). El 23 de enero había comprado mi lavadora Superser (que aún tengo, y funciona) y la fecha de entrega era también para el 30 de enero.

El seguro de la casa, desde el 8 de enero de 1997, me costó ese primer año 15.965 pesetas (96 euros de hoy).

El contrato con Viesgo para la acometida de la luz, de 7 de enero de 1997, fueron 12.553 pesetas (75 euros).

El contrato con el SEMAS (Servicio Municipalizado de Abastecimiento de Aguas y Saneamiento), el 15 de enero de 1997, fue de 17.894 pesetas (109 euros).

El contrato con Telefónica para suministro de servicio telefónico es del 21 de enero de 1997.

El 26 de febrero de 1997 compré en ADISA mi mesa de despacho “modelo Venecia” por 18.548 pesetas/111euros (la misma que tengo hoy, 1 de febrero de 2022).

https://ficcionesdeloreal.blogspot.com/2019/03/mi-calle-magallanes-en-2012-y-en-2018.html. Mi calle, en 2012 y en 2018.

Mi calle en 2022

Martes, 1 de febrero de 2022

Los números pares

En el número 36, edificio Magallanes, se encuentran el sindicato de enfermería SATSE, la Asociación Española contra el Cáncer, que ha cambiado su logo, y la Sociedad Española de Nefrología,  y el restaurante Chifa Fusión en los bajos, a pie de calle.

En el número 38, se alquila el local de Pantera Extensiones y cerró La bola. Sigue el toldo del Autoservicio Frutas Anjana, cerrado por jubilación ya hace años.

En el número 40-42 cerró el bar Manolo (un bar de barrio), que ahora se alquila. Continúa Dormi-mundo, inasequible al desaliento, cada vez con más carteles en sus cristaleras.

En el número 48, Pilar Posada, peluquería unisex. Luego, ya viene el polideportivo Numancia, con una vejera muy mala. Los paneles de madera están deslucidos y en uno desprendido se  posan las palomas.

Eso sí: desde mi último recorrido, en 2018, las aceras las cambiaron, por fin,  y nos han puesto unos maceteros que espero no caigan nunca sobre nuestras cabezas…

Doy la vuelta en la plaza de Numancia para empezar por los números impares.

Lo primero que me encuentro es el CEIP Magallanes, que es un centro bMaker (tecnología, ingenio y creatividad) -según destaca una placa en la entrada.

En el número 43 cerró Mateos y abogados y ha abierto Airsoft & Corsair (especialistas), material y complementos para la práctica de airsoft,  artículos para coleccionistas del mundo militar y de las armas.

El airsoft (no tenía ni idea) es una “práctica lúdico deportiva de simulación militar y táctica que se realiza con armas de airsoft (réplicas de armas que disparan bolas BBS)” -leo en internet.

En el número 37 sigue Todo Estética y la clínica Axis de Fisioterapia, que se mudó, solo conserva el cartel.

En el número 35, Agora Internacional, escuela de idiomas. Abre por la tarde para los niños, después de las clases formales (sus padres se concentran en la acera para esperarlos a la salida).

Junto al garaje Magallanes en el número 33, en el número 31 sigue en alquiler la que fuera escuela laica Aurelio Herreros, luego papelería.

En el número 29, la clínica dental Laura Aja Ingelmo, a pie de calle.

En el número 27, el local Matraka (café y tapas) y Compay´s, cerrado.

En el número 25 continúa el taller mecánico Ceferino, representante industrial del minusválido, donde hacen adaptaciones de vehículos.

En el número 23, el grupo Dolnar, con inmobiliaria y parking. Hoteles Arha, en los números 21 y 19, creo que son también suyos.

En el número 17, la inmobiliaria Casas del Norte.

Tras cruzar la perpendicular Isabel la Católica, la iglesia de Reparadoras en el número 7.

En el número 5 se vende el mesón Montañés, ya sin nombre, y Estética Leticia Pérez se publicita con su cuarto de siglo (en mi calle, no, desde luego).

En el número 3 se sigue vendiendo el que fuera local de la sala de exposiciones Trazos 3 (galería de arte).

En el número 1, sigue la academia Macaya y el bar La tierruca en la esquina, que ha cambiado varias veces de nombre (El Medievo, Las redes…).

En los pares, desde la biblioteca municipal, en el número 4 se vende el local de A puñaos, y Kekos, crianza respetuosa, ocupa el lugar de Decoración Iris, primero, e Ideais, mobiliario y complementos, después.

UNATE, la universidad permanente para mayores de 50 años, ha ocupado algunas plantas del IFES (Instituto de Formación y estudios Sociales), en el número 6. Al lado, haciendo esquina, el que será el futuro hotel Magallanes.

Y enfrente, otra esquina, también abandonada, con parietaria colonizando las paredes.

En el número 12, se vende el local de Servicio técnico New Pol, al lado de La Mukura (la antigua Larrancada), “tapas, pinchos, copas y más copas”.

En el número 14 sigue el mesón Gredos, de toda la vida, cerrado los miércoles.

En el número 18, la librería de segunda mano La Rebelde, ha sustituido a El Colmado, local de comida ecológica.

Cruzando Isabel la Católica, la frutería Gama (productos ecológicos -dice) y el hospedaje Magallanes, de toda la vida mía, en el número 22.

Al lado, nutrición Cronosport, con asesoramiento y la academia de idiomas Cambridge.

La finca de Villa Florida con la Asociación de Desarrollo Local (ADL) y el  Centro de la Imagen CDIS, en mitad de un jardín esplendoroso.

Y en el número 32 sigue el letrero de Alegría (radio-vídeo-Tv-sonorización), junto al Espacio Ingenieros (gastro-bar, para comer o para llevar). Y en el número 34, 68 John Raymond, tienda pitifina que resiste.



 

 

 

 


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