Miércoles, 2 de febrero de 2022. Día de los Humedales
Antes de ir, leo: “La vía de
FEVE cruza la marisma partiéndola en dos: la zona salada y la zona dulce…La
pasarela en el apeadero de FEVE, en el
Centro Comercial Valle Real, permite el acceso a las dos zonas”…
7 º a las 10 h. Hace un
frío que pela. Incluso agradezco la
mascarilla…
Los bancos de metal de la
sala de espera me congelan hasta las meninges…
-
Atocha es como si sería el aeropuerto –le comenta un parroquiano a otro.
¡Podían poner unos carteles
señalando las marismas de Alday nada más salir del tren…! ¡Que no somos
adivinos…! Luego dicen que vayamos en transporte público y bla, bla, bla…
En la pasarela elevada
pregunto a un paisano que viene del Carrefour: al principio se lía, pero
consigue ponerme en la ruta correcta. Quiero llegar a la Casa de la Naturaleza
para coger allí el sendero que rodea la marisma.
Antes de llegar al Centro
Comercial por la pasarela, bajo por unas escaleras de metal que me dan un poco
de yuyu hacia el camino peatonal que
veo frente a mí.
A la izquierda, frente a
Leroy Merlin, un puentito de madera que no sé a dónde lleva. Le han puesto una
malla para que la madera no resbale. Hay una compuerta y está un poco
embarrado, así que lo dejo para otro momento.
Al subir del puente de nuevo
al camino, veo el cartel, de casualidad, entre las ramas de aligustre: MARISMAS
DE ALDAY-SENDA. Con mi podadera, corto las ramas que lo estaban tapando. La
gente tiene unas ideas…
“Fácil, 3´5 km aprox., zona
salada: 1´3 km, zona dulce: 2 km”.
En la zona salada hay
caballos losinos; en la zona dulce, observatorios de aves y un mirador.
Yo voy por la senda ciclable
y peatonal, pero por dentro, lo húmedo, va la ruta por las marismas de Alday.
Los sauces ya dejan ver la primavera.
En el segundo puentín, ya se
ve algo más, y el ruido del tráfico queda en sordina frente a los trinos de los
pájaros cercanos. Los patos, inmóviles, están dormidos…, o helados…Reconozco
fochas (negras con el pico blanco) y ya no reconozco más (¿ánades rabudos…?,
creo que hay (ánades) azulones).
Junto a la Casa de la
Naturaleza ya sí que hay un cartel grande que señala el acceso. No te paran en
el paso de cebra los coches que entran en el aparcamiento a toda flecha.
En la senda, han puesto
carteles a algunos árboles y hay información sobre los caballos losinos (del
valle de Losa, en Burgos), introducidos (no veo ninguno) para controlar a los plumeros.
Tras cruzar un puente de
planchas de madera, creo que puedo continuar camino, ¿a comunicarme con la zona
dulce…?, pero el camino se cierra con las zarzas. Llego hasta un árbol caído
sobre el sendero y no me apetece hacer el Rambo ni el marine, pero al final
paso por debajo y continúo hasta que ya es imposible.
Entonces, vuelvo sobre mis
pasos y doy la vuelta en redondo para
acabar en el puentín frente a Leroy Merlin del principio.
Ahora me toca el otro lado
(queda frente a la iglesia de Peñacastillo). El comienzo de la zona dulce es un
barrizal y, aunque llevo botas de monte, no me apetece mancharlas…Al final,
cruzo junto a unos árboles y distingo en la laguna una pareja de cisnes.
Caminando, caminando llego a
otra compuerta de este sendero embarrado: no sé cómo será en un día de
lluvias…El agua se ve arcillosa en algunas partes, marrón-rojiza. Una bandada
de cuervos grazna a mi alrededor.
Por fin llego a un sitio donde
el camino da la vuelta. Son las 12.30 h
y tengo el sol de frente.
Continúo hasta una zona
donde han plantado arbolillos, encamisetados
para protegerlos. Los protectores blancos continúan enmarcando la senda, a un
lado y a otro, dejando atrás un caballón del ferrocarril.
Tengo varias opciones de ir
por el interior de la marisma, pero decido seguir por el lado más externo,
cerca de las vías y de los vagones.
Sobre las 13 h estoy en el
apeadero de Valle Real y a las 13.15 h pasa un tren en dirección Santander.
A la salida de FEVE, un
cerezo de flores rosas magníficas anunciando la primavera temprana.
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