viernes, 29 de marzo de 2019

MI HUERTA (jardín) AÉREA (1). DIARIO DE UNA CULTIVADORA “DE ALTURA”

Como parece que tendré que dedicarme más a la vida contemplativa, iniciaremos la facultad de la mirada…

Vi el artilugio en una tienda de todo y, como ya me voy buscando comodidades (mientras evoluciono a la sesentena…), me gustó  que mi “farm house local” tuviera patas para no tener que agacharme, como ahora, a regar y limpiar el tiesto y la jardinera.


Aunque es de metal, lo primero que pensé fue en forrarla por dentro con papel aluminio (para que no se corroa). Luego, la rellenaré de buena tierra y decidiré qué voy a plantar este año. Ya tengo experiencia de un curso (Ver “Diario de una hortelana novata”) y sé que la verdura más agradecida (y menos costosa de cuidar) es la acelga. Creo que me traeré la fresa que le regalaron a mamá (no sé si con los días de sur, tendrá una floración tardía…) e iré a ver qué hay ahora en las tiendas de plantas.

Miro en internet cuánta profundidad de tierra necesitaría una planta. Mi “cajón” tiene unas dimensiones de 55 cm de largo por 28 cm de ancho por 15 de profundidad. No sé si será suficiente…

Bufff. Leo que al menos medio metro (50 cm), aunque más bien habla de tubérculos (patatas). Mezclar fibra de coco con tierra vegetal hace que pese menos el conjunto. También es buena una base de piedras para el drenaje. En otro foro, leo que solo lechugas y rábanos…Pues vaya…Otros dicen: rúcula, canónigos, cosas con poca raíz. Espinacas, acelgas, aromáticas…Cebollino, perejil, fresas…Eso ya está mejor.

Recomiendan, además, mezclar la tierra con humus de lombriz y perlita: que haya suficientes nutrientes es importante, lo mismo que que esté bien regada  (1 vez por semana). Tener al menos 6 horas de sol al día (mi balcón da al sur) es otra condición mínima. ¡Vamos a ello!

Para luchar contra plagas me recomiendan la albahaca, el orégano y la lavanda;  así que pondré una de cada, muy pequeñitas, en el lado exterior del cajón, como protección contra los insectos malvados. En el centro, la fresa que le regalaron a mamá, una acelga y el cebollino.

¿Y qué distancia tendrán que guardar unas plantas de otras…?



El volumen mínimo del recipiente de cultivo me habla en litros. ¿Cómo se reconvertía litros en metros cúbicos…? Ya me acuerdo: 1 litro es igual a 0´001 m3. Pero si tengo centímetros…

Herencia huertana

Creo que mis genes “huertanos” vienen de Alfredo, mi abuelo paterno, un gran injertador de frutales, y de su hijo Marcelo, mi tío, a quien llamaba “el hortelano”. Este hizo huerta hasta los 93 años, como atestigua la foto.


Mi tío Sito, el pequeño de los 10 hermanos de mi padre, también cultiva a los 86 en el jardín de su hija, en Prezanes. He aquí una prueba de sus manos “verdes”…


Lo cierto es que yo soy mala; al menos  con las plantas de interior y de flores, pero si es algo de comerrrr…

Como últimamente tengo pies de mantequilla, creo que me voy a tener que dedicar a la meditación (y dejar de andar tanto)…

Para ponerse al día





lunes, 18 de marzo de 2019

MI CALLE, MAGALLANES, EN 2012 y EN 2018

Como creo que, a partir de ahora, tendré que dar paseos cortos de no más de media hora al día, tendré que buscarme lugares cercanos…


Empieza en la Biblioteca Municipal de Gravina (en Santander) y termina en la plaza de Numancia. No es una calle muy larga, solo 50 números.

Vivo en ella desde febrero de 1997. En estos 15-20 años he visto personajes que han desaparecido, cambios de negocios, etc.

El más reciente -cuando escribo esto, en 2012- ha sido el cierre del supermercado de Rosa y Miguel, “Tandy”, donde compraba fundamentalmente la fruta y la verdura -no muy variada, pero de buena calidad-, y que me ha sacado de más de un apuro.


Cuando yo llegué al barrio, en 1997, las esquinas de manzana tenían pequeñas y antiguas tiendas de comestibles, una especie de colmados, que fueron cerrando al hacerse mayores sus propietarios y jubilarse.

Yo soy muy de barrio: lo era en Madrid, cuando viví en Chamberí once años, y lo sigo siendo en Santander. Soy fiel a los comercios y a las personas que me tratan bien y que son buenos profesionales: por ejemplo, me gusta ir  -y llevar gente- a La Repanocha, porque hacen los pinchos “con amor”…


PERSONAJES

A mi llegada, vi el lento decaimiento de una viejita que vivía en el entresuelo encima del bar La Arrancada/el mesón Gredos. De verla pasear por la acera y hablando desde el balcón con el cartero, pasó solo a asomarse y dejar de bajar a la calle mientras mantenía una luz mortecina permanente en el salón. Iba viéndola enflaquecer y con el pelo cada vez más descuidado. Luego, un día, ya no la vi. Supongo que murió o la llevaron a una residencia.

En el número 33 descubrí, un buen día, que vivía una de las imágenes más simpáticas y curiosas que tenía del Santander de mis primeros días: la de un ciclista por el Paseo de Reina Victoria, con un perrito subido en hombros, nariz al viento. También dejé de verle salir en bici para verlo paseando, y luego con bastón. La edad, que no perdona…

Muy cerca, vive la hermana del diseñador de portadas Daniel Gil, que fue alumna mía un año en UNATE. Y compañeras de la piscina de Aqua/Metropolitan, a la que voy desde enero de 2003.

MIS COMERCIOS/LAS TIENDAS DE MI BARRIO

A medida que cumplo años, busco las tiendas más cerca de casa, a poder ser en la misma manzana, o en círculos concéntricos con el eje en mi portal.

Así, la carnicería/pollería, y ahora frutería, está en San Luis, lo mismo que el supermercado Día. En Magallanes, está mi tienda ecológica, El Colmado. La panadería, en la paralela por arriba, en Cisneros: la cogieron unos argentinos que están cogiéndole el tranquillo. Y, cuando voy a la piscina, si se me olvida algo, tengo el supermercado Covirán, que iniciaron hace 30 años los suegros de la mujer que me atiende ahora.

La peluquería, en Isabel la Católica. En la plaza de Numancia, supermercados Lupa. Un poco más adelante, en Floranes, la prolongación de Magallanes, tengo una ferretería y una tienda de electricidad -donde el señor, si es necesario, me arregla el cable de una lamparilla de mesa, por ejemplo (los enchufes me dan yu-yu). Cartago, casi enfrente, si tengo que hacer un regalo. Muchos de mis muebles son de ahí: luego se reconvirtieron en tienda de ropa y complementos “con gusto”.

LOS NÚMEROS IMPARES (en 2012)


En el número 1, pegando a la biblioteca, se abrió hace unos años el bar El Medievo. Al lado está la academia Macaya.

En el número 3 acaba de cerrar la galería de arte Trazos 3, y el local se alquila.

En el número 5, un reciente Centro de estética. Y el mesón “El Montañés” justo antes de la parroquia de Las Reparadoras.


En el 17, el parking Dolnar; en tiempos, con lavadero de coches, ahora solo garaje sin nombre. Y una inmobiliaria del mismo grupo, que también se ha cambiado la denominación, ahora Esserdol S.L.

En el 23, el taller mecánico Ceferino, que realiza adaptaciones de coches para minusválidos.


En el 25, la taberna Vagalume (antes, Red Cultural), y Doble Arte, café-bar, en el 27. “Abrimos a las 8. Cerramos cuando nos vamos”.

En el 35, garaje [luego, de nombre Magallanes].

En el 37, Todo Estética, donde venden, al por mayor, artículos de cuidado personal: pinceles...

También Promociones Inmobiliarias Matillas S.A.

En el 43, Mateos & abogados.

Luego, el colegio público Magallanes.

LOS NÚMEROS PARES (2012)

En el número 4, Decoración Iris. Cuando yo llegué, era más un establecimiento de pinturas, pero se ha ido reconvirtiendo.

En el número 6, el Instituto de Formación y Estudios Sociales (IFES). Ahí estuvo la Casa del Pueblo, en tiempos del luego publicista Eulalio Ferrer y del maestro laico Aurelio Herreros, antes de la Guerra Civil.

En el 12, el cartel del Servicio Técnico New Pol, local cerrado hace años, y el bar La Arrancada, de toda la vida, con dos bancos a la entrada para hacer tertulia con buen tiempo.

En el 14, el mesón Gredos, con su balcón de flores pintado, que cierra los miércoles por descanso.

En el número 16, Promociones Torremar, una de las últimas construcciones en levantarse en Magallanes.

En el 18, se va a abrir La Bonita, una peluquería de estética. Y continúa La Bola, abalorios y fornituras, que abrió en 2007.

En el número 22, Tyr Interiores, y Hospedaje Magallanes, de dos estrellas, recientemente reformado.


Olympus Sport Nutrición y Con los pies en las nubes, zapatería, en el 24.

En el 26, la Agencia de Desarrollo Local (ADL) que estuvo a punto de ser archivo, hemeroteca, e incluso de cortar varios árboles grandiosos de Villaflorida o Villa Florida. Menos mal que los vecinos lo pararon...

En el 32, Alegría (un apellido), establecimiento de radio, vídeo, televisión y sonorización. Electrónica y sonido profesional -se anuncia.

Y cerró hace unos años el almacén de pinturas Esber.

En el número 36, la peluquería Wendell, que estuvo antes enfrente de la Agencia de Desarrollo Local. Encima, la sede de la Asociación Española contra el Cáncer y el Sindicato de Enfermería.

También el bar-restaurante Atrium que, aunque ha cambiado varias veces de manos, sigue siendo nuestro lugar de reunión para hablar de proyectos y libros.

En el 38, Estética Bella Anjana. Cuando yo llegué, era un pequeño establecimiento de chuches; murió el marido y se acabó el arriendo.

En el 40-42, Bar Manolo, un bar de barrio donde se juntan la gente mayor y la gente joven.

En el 48, Enmarcaciones Artemis que antes estuvo en San Luis, donde puse el marco a muchos de mis cuadros y láminas. “Armarios empotrados, puertas, parqués, marcos, ventanas, cristales, espejos, óleos, láminas” – rezan.

Dormimundo. Colchonerías. Flex, especialistas en descanso, colchones, sofás-cama. Tienda especializada. Nunca entro porque fui una vez y no me sentí bien tratada;  como si les molestara que les interrumpiese...

Y llegando ya a Numancia, el polideportivo municipal que sirve de patio de recreo a tres coles: Numancia, Magallanes y Cisneros. Los paneles de madera están un poco despellejados; se les ha saltado el barniz...


REPASO EN FEBRERO DE 2018

En febrero de 2017 cumplí 20 años en Magallanes. En febrero de 2018, hago repaso

Enfrente de casa, nada más salir, ha abierto una tienda pitifina: 68 John Raymond. ¡A ver lo que aguanta…! A mano izquierda, en el sitio de la peluquería Wendell, ahora está Manpower, una asesoría de recursos humanos. En Atrium, un día se fueron de vacaciones…, y ya no volvieron (ahora es el restaurante Chifa-Fusión). 

La Bola, abalorios y fornituras se ha movido unos metros hacia la plaza de Numancia (en el nº 38). Aún conserva los letreros del negocio anterior, la inmobiliaria Sía XXI. Yeray fotografía, que sustituyó a Artemis, y a otras después, se alquila (ahora, en 2019, es una peluquería, Pilar Posada).

Tirando hacia la derecha, Cronosport nutrición, vitaminas y suplementos, en el número 24, y la academia de idiomas Cambridge College, cursos de inglés para niños y adultos, en el 22. El Colmado, con productos a granel, sin envasar, en el número 18. Tienen pan de masa madre y hacen talleres de cocina saludable. 


Larrancada, “tenemos café para llevar”, en Magallanes, 12. Y en el número 4, Ideais, mobiliario y complementos, ahora con una nueva colección de muebles de la India. Y ya casi pegando con la biblioteca, A puñaos, especias a granel.


En los números impares, cerró Reparación Exprés de ordenadores y tablets. Se mudaron al Pasaje de Peña los de la Clínica de Fisioterapia Axis. En la panadería, ha abierto Ágora Internacional, una Escuela de Idiomas para niños. Y, por fin, han rehabilitado la casa de los azulejos marrones, que ha sido la obra de El Escorial: ahora luce en tonos beige y blanco.

En el número 27, la odontóloga Laura Aja ha abierto una clínica dental, dando nueva vida a unos bajos que estaban muy deteriorados.


El café La librería [en 2019, White House], copas, juegos y tostas, que abre de 19 h a 2 de la madrugada, de lunes a jueves, ha sustituido a Doble Arte, como Compays, café y tapas, lo ha hecho con Vagalume.

El garaje sin nombre cada vez tiene más pintadas y está más desastrado, y cerró el mesón El Montañés.

En el número 17, la inmobiliaria Casas del Norte. Y en el número 5 sigue el establecimiento de estética, y El Medievo, al inicio de la calle,  ahora bajo el nombre Las redes.


SABER MÁS







viernes, 8 de marzo de 2019

MI CRÓNICA DE ESTE 8 DE MARZO DE 2019



Antes de las 8 h dejo de trabajar al ordenador. Quiero salir a primera hora a ver despertarse las calles de Santander.

Conservo la emoción del primer año de huelga feminista el año pasado: tanta gente en las calles, también hombres. Y mucha gente joven…

El cielo está un poco nublado a esta hora, pero han dicho que mejorará.


La mañana del 8 de marzo de 2019

Me he puesto un cartel de “HUELGA DE TODO” para que la inercia de los días no me lleve a ir a la piscina, a tomarme un café en la calle o a comprar pan (que no me queda).

Voy hacia Castelar (Puerto Chico) por las calles de interior (Magallanes, Rubio, Miguel Artigas, Juan de Herrera, Hernán Cortés) y volveré por las centrales (José María de Pereda, Calvo Sotelo y Jesús de Monasterio).

En el despacho del Diario Montañés en Miguel Artigas, veo el primer cartel que tiene que ver con mujeres: la II edición de la Carrera de la Mujer el próximo domingo 10, a favor de la lucha contra el cáncer. Con salida a las 11 h de la plaza de Alfonso XIII. www.carreradelamujer.eldiariomontanes.es .


Hay quien aprovecha para hacer caja y estimular el consumo esta fecha: “Gracias por ser mujer. Sólo 4 días. 10 % adicional en jerséis y pantalones de mujer”…

A las 8.20 h, en el Ayuntamiento no hay nada. Aunque veo operarios y gente en el balcón. En ese momento, cuelgan la misma pancarta del año pasado.


Hasta la plaza Porticada, no veo ningún comercio que muestre que se suma a la huelga, de alguna manera. Hasta la plaza de Pombo, no he visto ningún cartel. Este año, ni siquiera los hay en el antiguo escaparate de un concesionario, lleno de carteles de todo. Quizá sea que ahora todo se mueve en las redes…

El aire empieza a ponerse húmedo y Peña Cabarga está cubierta de nubes negras. A las 8.50 h,  cuando casi he llegado a Castelar, empieza a llover. Ya he superado con creces mi media hora de andar diaria, así que decido volverme a casa en autobús.


En la sede del Gobierno de Cantabria (Peña Herbosa, 29), cerca de las 9 h, tampoco hay nada que indique que hoy es 8 de marzo. Definitivamente, debe de ser que todo se mueve en las redes… O no...


P.S. Desde el autobús, veo ya desplegada en el Ayuntamiento la pancarta diminuta y como sin ganas ¡Viva el 8 de marzo!... 


De camino a casa, tras bajarme en Jesús de Monasterio, otro cartel “aprovechado”: “Women´s Day. Por la compra de 2 productos de labios, te regalamos uno más.  Del 8 al 10 de marzo…”.


En la pared de Liberbank, los únicos carteles que he visto del 8 de marzo están arañados. Solo puedo leer/intuir: “El fascismo avanza. Y tú, ¿qué haces…?”.


P.S. Las librerías Gil, de Pombo, y Estvdio, de la calle Burgos, han dedicado un espacio a los libros protagonizados por mujeres.


Estoy escribiendo esto a las 9.30 h, en mi casa.

UNA PETICIÓN: OS NECESITAMOS

A los que no sois machistas, a los que no queréis ser machistas… Os necesitamos a nuestro lado, con nosotras, codo con codo, apoyando. Lo peor es “el silencio de las buenas personas…”. Ya lo dijeron hace tiempo, en otras circunstancias…

Os queremos a nuestro lado: que no siga pareciendo que solo es un problema nuestro,  de las mujeres; que somos nosotras las  responsables y nosotras las que tenemos que solucionarlo.

A los demás, a los que sois machistas y no lo queréis reconocer, también os necesitamos,  para que, por un momento, os pongáis en nuestra piel, que nos escuchéis  con empatía, que os hagáis cargo de nuestros miedos. Que, sin prejuicios, os atreváis a leer estudios e investigaciones de género, a conocer el punto de vista de las mujeres.

Somos la mitad de la sociedad. Somos vuestras mujeres, amigas, hermanas, madres, hijas. Y os necesitamos.

SABER MÁS





https://www.youtube.com/watch?time_continue=109&v=wl3CLakCZmA. 48 cosas que las mujeres escuchan a lo largo de su vida (y los hombres no).





viernes, 1 de marzo de 2019

DE VOLUNTARIA CON EL BTCV EN YORKSHIRE (EN 1998)

Acabo de encontrar un cuaderno de hace 20 años con la relación de este viaje. No sé cuántas notas debo tener perdidas por ahí. Me parece que he estado escribiendo siempre...


Martes, 15 de septiembre de 1998

7.10 h. Al llegar al aeropuerto, lo primero que hago es mirar el panel. Ahí pone el mostrador donde tengo que facturar. Luego, al darme la tarjeta de embarque, me dicen la hora y la puerta.

Salimos a las 8.15 h en vez de a las 7.55 h con un día estupendo. En el avión, me sirven mi comida vegeteriana: todo a base de fruta fresca y seca: melón, uvas, fresas, naranja, nueces, orejones y ciruelas pasas. A los demás, pastelillos, jamón serrano cortado gordo y grueso. Prefiero lo mío.

Voy junto a una pareja de americanos de Georgia que hablan muy bien castellano, con acento argentino (de Puerto Rico -me dicen). La mujer me cuenta que su abuelo era español, vasco. Han visitado Madrid, Toledo y Ávila por primera vez, y les han encantado. Dicen que “hay tanto que ver…”. Sus hijos les prepararon este viaje sorpresa por sus 50 años de casados. Me regalan 400 pesetas que les quedan en monedas para cuando vuelva a España. Ojalá tuviera algo para corresponder…

En Londres es una hora menos y, como siempre, niebla y lluvia. Solo hay 10 grados. Para ir a buscar las maletas, si no sabes dónde ir, sigue a todo el mundo, “como Vicente”.

Por la autopista, hay mucho tráfico hacia Londres (desde el aeropuerto de Gatwick). La entrada se me ha hecho eterna…

En Londres, colgados de las farolas, tiestos con flores colgantes. No son geranios, sino begonias, alegrías…

Me como un bocata de atún en Victoria Coach por 2´55 libras, más 35 peniques de una kit-kat. ¡Qué susto! Pensaba que la lechuga tenía tierra, pero creo que era pimienta. Al menos, picaba…

Todo el día viajando…Llegaré a York  a las 18 horas…Recordar coger el tren a la vuelta. Tantas horas de autobús sentada son machacantes para los muslos…

En el albergue de York (Y.H., Youth Hostel) he cenado un puré de tomate, una quiche de brócoli -que era todo harinona en la base-, con beans y patatitas asadas, y tarta de manzana. Y té, por supuesto.

Plan para el miércoles 16, en York. Visita el Centro Vikingo

Hoy hace un viento que se congelan las meninges. A pesar de todo, los ingleses van en mangas de camisa, ellos, y en sandalias con medias, ellas. Anda mucha más gente en bicicleta que en Oxford.

Las papeleras de York parecen sarcófagos vikingos o la tumba de un filisteo y en medio de cualquier torno de postales, hay siempre una de Lady Di.

The Shambles es la calle de los carniceros, mencionada ya en el Domesday Book de Guillermo el Conquistador. Hay casas tripudas un poco cedidas por el paso de los años. El tráfico es un follón.

En The Snickleway Inn (antes, The Anglers Arms), según el Sunday Telegraph “el pub más encantado de Gran Bretaña”, me tomo un sándwich de atún y una cerveza por 2´55 libras.

La librería Dillons, en High Ousegate (¿ o será Waterstones, de la que escribí: "Enorme. Te vuelves loca de tantos libros, con asientos en una bay window para sentase a leer? ¿Es la misma...?) son tres pisos dedicados a todo lo que uno pueda buscar. Me apunto comprar, antes de volver a España, A Walk in the Woods, de Bill Bryson, sobre el sendero de los Apalaches en Estados Unidos, un best seller [No lo compré al final, pero tampoco sabía que lo leería en castellano veinte años más tarde...].


En el Centro Vikingo (4´59 libras) vas marcha atrás en el tiempo  hacia una aldea vikinga, con gallinas cacareando, hombres construyendo el tejado de paja y mujeres cardando la lana…Corrales de varas de avellano. Olor a orines, cerveza y lana recién esquilada…

Vas como por un imán en el suelo, en una especie de coche de parque de atracciones. Narran la historia y oyes hablar  a los personajes en sus tareas cotidianas. Luego, tras una puerta de madera, se ve el descubrimiento en el siglo XX, de restos de construcciones antiguas en la tierra. Paredes hechas de varas de avellano entrelazadas y vigas de madera, muy bien conservadas.

A las 17 h estoy en Scarborough (donde se encuentra la tumba de Ann Brontë, la única hermana no enterrada en Haworth). A las 18 h llegan dos monitores del BTCV. Nos vamos a tomar una cerveza hasta la hora del encuentro, las 19 h. Al llegar  a la casa, inflamos las colchonetas, ayudamos a preparar la cena y la gente se va al pub.

Jueves, 17 de septiembre. Restaurando caminos y mejorando accesos

Dormí fatal. Tuve que desinflar la colchoneta y los ronquidos de unos u otros eran continuos.

A las 7 de la mañana, con un día ventoso, salí a dar una vuelta. Pasé el cementerio, una granja y llegué al pub (dejé una senda por explorar).

A las 9 h, tras preparar los sándwiches, salimos para el sendero, alrededor de un campo de golf y con salida a la carretera de la playa.

Primero, quitamos todas las zarzas, que creo que en doce años que tenían los escalones de madera, no se habían quitado y tenían un grosor de vara de avellano. Luego, nivelamos con tierra los escalones y reemplazamos los que están estropeados. Aquí había que usar la barra para hacer el agujero y un matlock, un martillo super-pesado para clavarlos en el suelo y cortar luego lo que sobraba.

Por la tarde, ya en el alojamiento, el té: arroz con curry vegetariano o con carne picada.

El sábado, cocino yo. Les haré una piriñaca.

Viernes, 18 de septiembre

Fui a trabajar al puente de madera. Tenía las maderas podridas y había que cambiarlas. Estuvimos levantándolas y sacando clavos. Luego, me pasé a quitar vegetación porque clavar las estacas era demasiado para mí, y frustrante: solo conseguía hundir un milímetro cada tres golpes. Limpiamos el camino de ortigas, zarzas y ramas secas de endrino llenas de pinchos.

Sábado, 19 de septiembre

He seguido con el mismo equipo. Nos llevamos patatas para terminarlas de asar en el fuego, con queso, y ensalada con aceite de oliva, preparada por mí. Fue muy agradable cenar al aire libre. La noche estaba llena de estrellas. Cantamos, hicimos unas risas y hablamos alrededor del fuego hasta las 9 de la noche.

Domingo, 20 de septiembre

Hoy es nuestro día libre. Vamos a ir a Whitby (la ciudad del autor de Drácula) y ahí que cada uno haga lo que quiera.

Whitby es una hermosa villa marinera donde nació Bram Stocker y por ella pasa The Cleveland Way, un sendero de 160 kilómetros entre Helmsley y Scarborough. Cerca está Robin Hood´s Bay, en el Parque Nacional de los páramos del norte de York; con una oferta de 6 senderos circulares,  entre las dos y las nueve millas.

Miércoles, 23

Creo que iré a Helmsley. Hay albergue (Y.H.) y de ahí puedo moverme a Rievaulx (ruinas de una abadía cisterciense), Pickering o Thirsk (la tierra de James Herriot). Incluso a Ripon (jardines). Ya veré cómo están las conexiones por autobús o tren…



SABER MÁS

https://worldofjamesherriot.com/. The World of James Herriot, la vida y los libros del veterinario rural (de nombre real Alf Wight) en el número 23 de  Kirkgate, en Thirsk, desde 1999 [un año después de que yo estuviera en la zona. "Abrirá en Pascua de 1999. Por ahora, la casa solo puede verse por fuera"- escribí en 1998].  “Mira el coche que condujo, entra en el set de la serie de televisión…conoce su casa y su dispensario en los años 40”- se publicita.