domingo, 23 de junio de 2013

CARTAS A VID (6)

30.7.2012. 6º cumpleaños sin ti. Reescritura


Querido Vid: he tenido que volver a escribir esta carta porque mi ordenador petó y se me fue todo lo de los dos últimos años.

Poco a poco te vas haciendo más lejano, pero no te olvidamos. Sigues siendo el pájaro que nos sobrevuela; el que encarga un rayo de sol, o la nube de colores sobre los Jerónimos, en Madrid.

Como te contaba, en 2011, el ordenador me jugó una mala pasada y petó, dejándome sin el material que tenía desde el pasado 1 de mayo de 2009, fecha del último reseteado. Así que perdí vuestros relatos de cumpleaños, y más cosas. No me ha quedado más remedio que empezar de nuevo.

El año pasado, al final, no fuimos a Galicia a celebrar los 50 años de los bolos. Mamá aún no estaba bien y lo hemos dejado para este agosto. Iremos todos juntos en la Viano de Litos y dormiremos en Ribadeo como entonces, cuando éramos pequeños. O no.

Durante este año ha habido de todo: a Carolina le ha costado dormir porque decía que debajo de la cama estaban “los amantes de Teruel” (cuando dibujó a la amante, era como una momia, igual que el brazo incorrupto de Santa Teresa que nos enseñaron en Alba de Tormes cuando yo tenía 11 años. Recuerdo que pensé que ese brazo amojamado era una guarrada que no debería ponerse a la vista del público). Luego, cambió la aparición por “un enano”, que también la mantenía insomne. Y, más tarde, por el conde Drácula de los Muppets, el favorito de “Alce”. Su casa de muñecas debe de ser una casa muy apetecible, o con una renta muy baja…

Víctor tocó, por fin, el vals “Mi deseo” del libro de la bisabuela, que había preparado para el 22 de junio pasado, y que no pudo ser. A mamá le produjo una gran emoción oír interpretar una partitura del libro de su madre, que nunca habíamos escuchado antes, porque no ha salido nadie en la familia que toque el piano.

Papá dice que cada vez ve más “moscas” por el ojo izquierdo, el malo. A mí me está creciendo un juanete que se va pareciendo al Everest puesto de lado y tengo trocanteritis (que a mí me suena a enfermedad de caballo). Espero que no se me quede “clónica”, que dice una de mi piscina. Bea se cogió otra de sus bronquitis, además de un lumbago-ciática que le hizo exclamar: “Ahora ya sé por qué se queja tanto  la gente…”. Esto en el apartado de salud que, como dice la canción, es lo más importante. Litos solo se está quedando más calvo por la coronilla y, desde el balcón del tercero, la tonsura es cada vez más concéntrica.

Por lo demás, la crisis en el trabajo es más profunda de día en día. Como una caída de naipes o de las fichas de un dominó,  al final, nos acaba afectando a todos. “La creatividad por sí misma no lleva al éxito: hay que convertirla en innovación” -he leído en un documento de esos tochos que yo leo y resumo tan bien. Así que el futuro está en la co-: co-operación, co-laboración, co-creación, co-working. Ah. Y para ejercer de abogado, ahora hay que realizar un máster obligatorio. Así que, de lo que te has librado…


lunes, 17 de junio de 2013

CARTAS A VID (5)

30.7.11. 5º CUMPLEAÑOS SIN TI. ME QUEDÉ CON ALGUNAS COSTUMBRES TUYAS      

                                                                   
Más de una vez me he descubierto apretando el botón del freno de mano del coche, por si acaso no estuviera bajado del todo -como tú hacías, varias veces en el mismo trayecto. Es curioso, como se nos pegan costumbres de otros, gestos de otros; quizá, a veces, ni nos demos cuenta.

También recuerdo en algunas curvas, bien peraltadas, -la del zoo de Santillana, la de antes de llegar a Cóbreces-, como las cogías diciendo: “¡Hay que dar alegría al coche!”. Y me recuerdan a ti los sobres de taquitos de jamón o de beicon ya cortados, para añadir a los guisantes o a los espaguetis.

A partir de Stieg Larsson (hubieras disfrutado con su trilogía), he vuelto a leer novela policiaca. La española Giménez Bartlett, la de la inspectora Petra Delicado, es muy buena. Y tiene un gran sentido de humor. También me he reído mucho con Carmen Posadas, hacia quien tenía ciertos prejuicios, y su Hoy caviar, mañana sardinas, escrita en colaboración con su hermano Gervasio y con las hilarantes notas de su sufrida madre-esposa-de-diplomático, es de lo más divertido. Por cierto, ¿os reís en el cielo…? Carolina ha preguntado que cuándo bajáis.

En los talleres de lectura, intento que la escritura sea cada vez más depurada y ajustada a la esencia, a lo que se quiere decir. “La palabra exacta”. Ser preciso.

El otro día pasó un chico de traje por la calle que olía a Davidoff, no recuerdo si tu última colonia, pero sí la que mejor le iba a tu persona, y no solo por el nombre…

Víctor se sube el traje de baño hasta el cuello, como tú a su edad (esto me lo dijo mamá). Yo no te recuerdo a ti en plan “alcalde de Villar del Río”, con el pantalón en los sobacos. Será que con el tiempo te volviste pitifino y aprendiste las costumbres de la jet.

En las fiestas de la Virgen Grande de Torrelavega he recordado que tú eras uno de los fijos de las fiestas patronales de agosto, y que siempre ibas con los hijos de tus amigos a las distintas atracciones. Era una cita irrenunciable a la que nunca faltabas.

A mamá le hiciste el mejor regalo que podías hacerle: apuntarle a ONO y que pueda llamar gratis a quien quiera. Nosotros también lo disfrutamos, porque así podemos hablar todas las noches.


lunes, 10 de junio de 2013

CARTAS A VID (4)

30.7.2010. CUARTO CUMPLEAÑOS SIN TI . HUBIERAS CUMPLIDO LOS 45

Este año hubieras cumplido los 45. ¿Seguirías desafiando la ley de la gravedad, las canas,  la calvicie y  los michelines…?


Estoy oyendo a Presuntos Implicados. ¿Recuerdas que fuimos a escucharlos juntos en el Ferial del Mercado de Ganados de Torrelavega donde, por cierto, se les oía fatal...? Creo que con la gira de Ana Belén, Serrat y Víctor Manuel, en la Plaza de Toros de Santander, son los únicos conciertos multitudinarios a los que he asistido. En estos sitios, me agobian las multitudes y el no saber por donde escapar si ocurre algo.

El día de Todos los Santos, como hacía sol, fuimos a Suances a dejarte unas rosas junto a la cala. Luego, nos sentamos en un banco frente a la playa de Los Locos. En una de las pitas pinchudas o, ¿era un pino?, cantó de repente un pájaro. Era un petirrojo. Y yo pensé: Es Vid. En el Diccionario de símbolos, de Cirlot, dice que para muchas culturas los pájaros son almas. Recuerdo que, en Comillas, fuiste un cormorán sobre una roca y, en Ruiloba,, un cuervo al atardecer. También has sido un mirlo en Florencia.

Este año pensé que te gustaría, y a tus amistades también, hacer un compendio de tus escritos, de lo que recordamos y de lo que tú escribiste. He pedido que, quien quiera, te escriba una carta con “cosas que nunca te dije”.

A partir de ti, de tu partida, intento hacer las cosas que se me ocurren en cuanto se me ocurren, no sea que luego falte alguien por querer cumplir con una fecha o una cita. Como Alicia en el País de las Maravillas, prefiero celebrar no cumpleaños todos los días y dar gracias todos los días. Por si acaso.

Tu ahijado -ya sabes que nació con oído musical-, se ha apuntado a clases de piano. Quería tocar los instrumentos del que fuera su cuento favorito, Los tres cerditos: la flauta travesera, el violín y el piano, creo que por ese orden. Pero el pragmatismo venció y se ha quedado con el último.

En cuanto a Carolina, tiene mucho carácter y, de momento, un oído en frente del otro, pero es una niña muy alegre que se mete enseguida a todo el mundo en el bolsillo. Aunque tiene un pronto Hijosa…

Todos estamos bien, con nuestros achaques de después de cumplir los 40, y cada día unas pocas neuronas menos y algo más de falta de memoria. Pero es la vida.

Tu tabla de planchar, en mi cocina,  se está muriendo de aburrimiento junto con la plancha, y el wiski de José Antonio se está volviendo añejo. Ya sabes que yo soy más de brandi para mis medicinales nocturnos. Este año también he tenido que descargar el antivirus sin ti.


miércoles, 5 de junio de 2013

MI ANTONIO MUÑOZ MOLINA: UN ESCRITOR QUE SIGUE CRECIENDO

Tras leer, cuando salió, su Beatus Ille, recuerdo que puse detrás de su nombre en una lista de  nuevos narradores de los años 80 (1980s), “Gran contador de historias”.

El invierno en Lisboa, que no he vuelto a leer, me pareció un prodigio. Su manera de relatar era igual que su manera de contar, cuando le oí en unas conferencias de la Fundación Juan March, en Madrid. Una voz grave, sin muchas inflexiones, que se deslizaba –ondulada- como las olas del mar. Aunque me senté delante, para ver su rostro mientras hablaba, luego no quise verle, solo oírle, para confirmar que su voz era la misma, oral y escrita.

“Mi deseo nunca saciado de descubrir y de saber”

“He copiado con aplicación y fervor a todos mis maestros…”.

En una ocasión le regalé una página, escrita por mí, que no sé si alguna vez le llegó. La mandé a su editorial entonces, Seix Barral, a su nombre.  Firmaba como Tosca. Era una página escrita en el tren, ese tren que él también adora como medio de transporte, y al que dedicó una columna en ABC, Los libros y los trenes.

Se titulaba Estampas. Personajes del tren. Decía así:

“Voy sentada frente a un hombre todo el camino.
No nos hablamos, pero nos caemos bien mutuamente.
Sé que nos fijamos en las mismas cosas, y su mirada cómplice, por unos momentos cruzada, me lo confirma.
Lo sé al ver el campo lleno de flores azules. ¡Moradas! -pienso luego. Mira con tanto embeleso como yo, enamorado de la hermosura.
Como yo, sonríe a los pensamientos.
¡Qué importa que los demás crean que estamos locos!”.


Otra vez, en la Feria del Libro, me atreví a ponerme en la cola (creo que no lo he hecho con nadie más) para que me firmara un ejemplar de Córdoba de los omeyas. “Para Aida, deseando que este viaje al pasado le guste”. Creo que buscaba reseguir la historia de Apolodoro, el sabio que atraviesa las páginas de El Robinson urbano, un personaje digno de todo un cuento o de una novela.



Viajera literaria, fui a Granada buscando los lugares de Muñoz Molina: la plaza de Bibrambla, el Zacatín…, pensando, quizá, verlo salir de un café.

“Necesito siempre las dos cosas: la quietud y la escapada”

En sus últimas fotos, Antonio ha perdido sus mofletes de cuando estaba en la mili o de su primer viaje a Nueva York. A sus 57 años se le ve cansado, como si llevara a sus espaldas el dolor del mundo, que contaba en Sefarad. Sin embargo, en La noche de los tiempos  seguía siendo un hombre empático, que se pone en el lugar de los demás para sentir y transmitir; que trata de ser honesto consigo mismo, con sus personajes y con sus lectores. Lo reconfirmo en la lucidez y autocrítica de Todo lo que era sólido.

Ahora acaban de concederle el premio Príncipe de Asturias. ¡Felicidades!

lunes, 3 de junio de 2013

CARTAS A VID 3

30.7.2009. TERCER CUMPLEAÑOS SIN TI: ¡¿QUIÉN LEERÁ LAS PRUEBAS DE MIS NUEVOS LIBROS…?!

…con tanta atención y de modo tan minucioso…?

Me cuesta imaginar que ya no estás. Tengo que hacer un esfuerzo de razón. Podrías estar de fin de semana o de vacaciones en cualquiera de los sitios a los que ya has ido o de los que te quedaban por ver. Y por eso no vienes. Porque estás en otro lado…

Como Víctor, que dice que con los niños en el parque se entiende sin hablarse, tú y yo también compartimos algunos mensajes solo mirándonos. O con muy pocas palabras. Tú sabías y yo sabía. Yo sabía que tú también lo habías pensado…


 A veces tengo miedo de que se me borre tu recuerdo. Por eso, cuando se me ocurre algo, lo escribo rápidamente. Para cuando llegue el olvido, que tú estés a salvo…

¿Sabes que te estás perdiendo muchos nuevos nombres en la novela policíaca…? ¿Y que a tu sobrino y ahijado también le gustan las voces de mujeres cantando…?

Creo que por fin serraremos la esquina desgastada de tu tabla para que Víctor la herede. Aunque estuvieras muy bien, tú ya no tenías edad para dar volteretas en el aire o tirar la tabla por la orilla mojada. Acuérdate la costalada que me di yo, mucho más joven, que me dejó como resultado un “tercer glúteo” en el contramuslo…

Este año he tenido que instalar sola el antivirus, y me he hecho un lío. También he tardado como media hora en acceder a la banca electrónica, con todas las claves que te piden. Sudores, me ha costado. Pero lo he hecho. Aunque te he echado en falta…

En los supermercados han sacado una nueva clase de patatas fritas de bolsa con cebolla y vinagre de Módena. La verdad es que yo me acostumbré a las Lays con vinagre por ti, porque mis preferidas siempre han sido las Cheese and Onion inglesas.

¿Alguna vez se me acabarán los recuerdos de ti, o seguirán apareciendo, año tras año…?

Aquí también nos estamos modernizando y tenemos una tarjeta de transporte para coger varios autobuses, del grupo ALSA, en principio.

No sé si ahí necesitáis desodorante, pero el de SANEX en barra que nos gustaba está desapareciendo. También mi colonia de infancia Lin-Abart. No entiendo el sistema de marketing. ¿Por qué cambiar algo que gusta en vez de abrir una nueva línea de producto…? Para mí es toda una incógnita.