Desde que descubrí el libro Una flor en el asfalto y mi amiga
Cristina me bajó la aplicación PlantNet (aunque
no es todo lo fiable que yo necesitara…), me he convertido en una Sherlock Holmes de la flora urbana.
Hay innumerables sitios
cercanos (los alcorques de la acera, algún solar abandonado, jardines de
instituciones…) donde investigar y hacer prácticas…
Estas son algunas de las plantas que
he aprendido en el jardín de la biblioteca de la calle Gravina…
La
hierba del muro, la parietaria
Una que no falla en los
muros y paredes es la parietaria (Parietaria
officinalis), también llamada “hierba
del muro”. Crece “arraigada en las rendijas, fisuras o grietas de las
paredes y también al pie de las mismas”-dice el Dioscórides, que la llama
helxine.
Hierba
de campanario
Otra es la Cymbalaria
muralis, por otro nombre “enredadera de muros” (o “melena”, por su forma de
caída), con flores lilas o violetas (labiadas), muy reconocibles.
Ombligo
de Venus
Esta también es fácil de
reconocer. La Umbilicus pendulinus también es llamada “sombreritos”, o “hierba
del hielo”, por su frescura. En los muros, le gusta vivir a la sombra. Sus
hojas son carnosas, con mucha agua, redondeadas, y el hoyuelo central recuerda
a un ombligo. Es una planta cicatrizante y, en caso de herida, se puede poner
una hoja -a la que se ha quitado la parte superior- sobre la llaga
directamente, a modo de tirita.
El
culantrillo, el helecho que no se moja
También llamada culantrillo
de pozo, su nombre latino es Adiantum capillus Veneris, que es algo así como
“cabellera de Venus que no se moja” (dicen que aunque llueva sobre ella, “jamás
se le pega una gota”). Es un helecho de hojas finas y ligeras, muy elegante.
SABER
MÁS
https://ficcionesdeloreal.blogspot.com/2022/04/una-flor-en-el-asfalto-disfrutar-de-la.html. Una flor en el asfalto: disfrutar de la flora en la ciudad.
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