domingo, 7 de mayo de 2023

VIAJE EN TREN A ARENAS DE IGUÑA 1 (5 años después)

 

Viernes, 10 de marzo de 2023

Con motivo de la inauguración de la exposición  Mujer, agua, memoria  en la antigua cooperativa (que vi reformar en 2018), subo en tren a Arenas de Iguña una tarde anaranjada de sur.

En el primer vagón viene bastante gente: deben ser aquellos que salen de sus trabajos o de la universidad/instituto a las 14.30 h. Se bajan en Nueva Montaña, Parbayón, Renedo (mogollón) y Torrelavega, sobre todo.

En Valdecilla han cortado los plumeros invasores, pero esto no es suficiente  (volverán a rebrotar –sus raíces pueden alcanzar los 3 metros de profundidad-, y a colonizar con su polen más y más terreno…).

Vamos a toda flecha. Las flores grandes de los magnolios dan color a los árboles, que aún aguardan que llegue la primavera. También las mimosas, y la flor del tojo, y frutos como naranjas y limones.

En Boo de Guarnizo, como siempre, toca esperar el cruce con el otro tren, en sentido contrario. Antes de llegar a Renedo, las prímulas inundan una zona de río.

Pasamos bajo el cohete azul de Vioño. Recuerdo que he leído hoy  algo en el periódico sobre las chimeneas. https://www.eldiariomontanes.es/region/pielagos/pp-pide-alcaldesa-pielagos-evite-derribo-chimeneas-20230308121718-nt.html. El PP pide a la alcaldesa de Piélagos que evite el derribo de las históricas chimeneas de la antigua Cristalería Española de Vioño, una «seña de identidad» del municipio.

En Torrelavega, me fijo en un cartel mientras estamos parados: “No lanzar agua con tensión en catenaria” (eso será porque alguna vez la habrán lanzado…- digo…).  No llego a Arenas a las 16.04 h ni de churro: Son casi las 16 h, y aquí seguimos…

La estación de Las Caldas ahora está toda acordonada, más rota que nunca: lleva así, al menos, desde 2018; lo he dejado escrito en mi libro del tren…

El señor “culo inquieto” se baja en Los Corrales y, con un palillo entre los dientes, grita a uno: “¡Adiós, pollo!...”.

Cerca de Las Fraguas, muchos árboles a ambos lados del río muestran sus hojillas tiernas.

A las 16.30 h, el pueblo de Arenas está tranquilo, y los hombres, en el bar. Me tomo un cortado en El Rincón (y aprovecho para ir al baño). Luego, para hacer tiempo hasta las cinco, recorro la calle/carretera principal, en un sentido y en otro.

En varias casas, cuelga el cartel: “Biogás, así, no” (luego me entero de que hace alusión a la planta de biogás que se planea en Cabezón de la Sal). Paso ante el restaurante Casa Victoria, donde comí al menos dos veces el menú en 2018. Y constato que han puesto placas solares en el tejado del Ayuntamiento.

En el otro sentido, llego hasta los apartamentos turísticos, al final del pueblo, y la harinera. Aquí también hay un barrio La Herrán: el nombre tiene que significar algo…

La exposición es un éxito de público, pero hay demasiada gente para verla a placer: tendré que subir otro día...

Esperando el tren de vuelta (nada de a las 18.07 h, como consta en el horario: llega a las 18.18 h…), una voz – cantando las estaciones- me ha sorprendido: la estación tiene nuevo sistema de megafonía en remoto

¡Qué tarde tan naranja y tan bonita de sur!

Después de Vioño, junto al río, hay un dormidero de garcillas. Sigue habiendo 20 grados a las 7 de la tarde…



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