viernes, 16 de octubre de 2020

VIAJES EN TREN 9. Los pueblos que me quedaron. PUJAYO

En el Diccionario Madoz, de 1850, se dice referente a este pueblo  de 50 vecinos (200 almas): “…situado entre montañas…no hay más camino carretero que el que dirige a Pie de Concha…Tiene 44 casas, escuela de primeras letras… a que asisten 22 niños, iglesia parroquial (San Martín, [del siglo XVI])…, una ermita (San Lorenzo, [en el puente de Pujayo, en la actualidad en Molledo]) y 4 fuentes de buenas aguas…El terreno es áspero y de mediana calidad y lo fertilizan las aguas de un arroyo que llaman Galerón…”.

A 401 metros sobre el nivel del mar y a 3 kilómetros de su capital, Bárcena, en 2008 contaba con 76 habitantes. Se halla junto a la calzada romana del valle del Besaya,  cerca del castro de Los Agudos,  y junto al Pico de Obios, de 1.223 metros. En 2020 es elegido “Pueblo de Cantabria”.

Miércoles, 30 de septiembre. Antes del primer temporal del otoño…

Día despejado a las 7.50 h cuando salgo a coger el tren.

En Belafonte (Calle Rubio) están colocando mesas y sillas en la terraza.

15 grados a las 7.57 h. Para mí, temperatura perfecta.

En la taquilla, un grupo de mochileros…, hombres mayores. Espero que no vayan a Pujayo…Quiero disfrutarlo sola, todo para mí…

Se me ha olvidado en casa  mi bolsa de “petachos” con la podadera y los horarios, entre otras cosas. Trato de fotografiarlos con el móvil, pero me salen borrosos…

A las 8.13 h estoy montada en el tren. 12 grados. Tiene la llegada a Pujayo a las 9.21 h, y el siguiente tren de vuelta es a las 12 y 16 h. Tengo casi 3 horas para recorrer el pueblo.

En el primer vagón vamos solo 4 personas…, bien separadas. El grupo de senderistas va en el segundo. El sol ya es una naranja a la izquierda de Peña Cabarga.

Como siempre, nos paramos después de Guarnizo. En Renedo, se baja bastante gente.

¡Qué bonita es la luz cálida de otoño…! En los prados, la niebla descansa. También hay rocío en las zonas más sombreadas.

En Zurita, un operario limpia con fruición máquinas y mamparas. En Viérnoles, alguna chimenea humea.

¡No me lo puedo creer…! Sigue roto el tejado de la estación, y vallado, en Las Caldas…

Los trabajadores de la construcción (lijados, andamios…) hoy están aprovechando antes de que venga el temporal.

Llegando a Lombera veo 4 columnas de humo en un eucaliptal, que se suma a la niebla de las montañas. Ya voy sola en mi vagón.

El grupo se baja en Las Fraguas. ¡Biennnn! Pensaba que íbamos a ser multitud en Pujayo…

- ¿Va a Reinosa…? – me pregunta el revisor.

- A Pujayo.

La niebla espesa me recuerda la primera vez que bajé en Santa Cruz de Iguña, allá por 2014…Seis años ya…El tren lleva puesta la calefacción.

9 grados en Molledo a las 9.15 h. El sol vuelve a brillar.

A las 9 y 26 h me apeo en Pujayo con 10 grados. El tren está en curva y hay un agujero para subir o bajar. Se suben un hombre (con un carro de la compra) y una mujer.

El paseo

En la estación, se oyen campanos y el rumor de un arroyo. Y se ven avellanos y cardos, en primera línea; robles y chopos  (que empiezan a amarillear), en segunda. Enfrente, el viaducto de Montabliz y, en un lateral, un pasadizo de cemento para salir en dirección al pueblo…VILLA, como anuncian unos azulejos en el contrafuerte de la iglesia. ¡Y que siempre tenga que haber un cable que te interrumpa la panorámica…!

El cementerio, chiquitillo, está en la parte de atrás de San Martín, Enfrente, Barrio Monasterio, en letras blancas sobre un fondo granate.


A las 10 h y aún no he visto a ningún vecino…

Buscando un baño “natural” encuentro (dando la vuelta a la iglesia) una senda de hierba y piedra que asciende, dejando atrás unas bolas de silo -en plástico amarillo rabioso- bajo una higuera cargada de higos.

Voy entre majuelos, castaños y pinos -que dejan el suelo tapizado con sus agujas marrones). Los helechos también empiezan a secarse.

La senda llega hasta el viaducto. Luego empiezan pedruscos y, como no sé a dónde llevan, me vuelvo hacia el pueblo. Los campanos de las vacas y el ruido de la autovía son los únicos sonidos.

Ya en el pueblo, una casa se vende junto a otra florida (rosas, lantanas, begonias…; incluso han llegado los agapantos…), En un rincón, junto a un rosal cultivado, una mata de flores silvestres (¿guija tuberosa…?, ¿lathyrus…?).

Los caminos son de cemento (pensando en el invierno, supongo). Mientras me adentro en la villa, distingo la maya (un tronco desbastado), levantada el pasado agosto, en la festividad de San Lorenzo.

A las 10.45 h, sobre una viga a la puerta de un pajar, al sol, me como mi sándwich de atún, huevo duro y rúcula. ¡Delicioso! Tenía una gusa…Aún no me he cruzado con ningún vecino, aunque he visto a un señor, en su jardín, a lo lejos.

Hay muchas higueras, parras y nogales. En los balcones, geranios. Y he visto una huerta muy guapa. De repente, al volver una esquina, te encuentras con un rincón hermoso…

Cojo un camino de cemento – con rayas, incisiones en horizontal- que me saca del pueblo (a la derecha de una casa con geranios rojos grandes y rozagantes). Es bastante largo (buen trabajo se han tomado cementándolo…Incluso pasan tractores…). Llego hasta un prado con tudancas y un arbusto plagado de hierba de los pordioseros, con sus vellones blancos, y me vuelvo. El paisaje es una maravilla.

De nuevo, en el centro, por fin saludo a un señor, con su mono de trabajo, junto a un tractor.

Luego, tomo el tercer camino que me saca del pueblo: este sí está indicado como sendero de largo recorrido, en blanco y rojo. En primer término, una casa que me resulta rara, toda de madera oscura.

A mi izquierda se oye el sonido del agua. ¿El Galerón…? Veo un cauce seco y, un poco más arriba, tras cruzar un paso de vacas, lo veo, apenas un arroyo.

Huele a humo de leña. En un rincón, tapada por un plástico, una provisión de leña cortada. Cerca, el tocón de trocearla.

Villa Carmen se vende. A su derecha, el río y un puentecito. ¿Sería aquí donde estaba la ermita que hoy está en Molledo…? Un poco más abajo, han hecho un parque infantil con porterías, una fuente, barbacoa, un merendero y elementos para los mayores. Todo en uno.

Encuentro a dos vecinas, barriendo la calle con sus cepillos. Otro señor corta troncos con la sierra mecánica (nada de hacha…). En un recodo del camino, unas "jaulas-jardinera"..

Acabo saliendo al Barrio Monasterio que había dejado para el final, junto a la fuente de 1926 y la iglesia de San Martín.

Al salir del pueblo, en una señal de tráfico que indica una limitación de la velocidad a 30 kilómetros por hora, lo veo: GR-71 (el nombre del sendero de largo recorrido de las señales blancas y rojas. Es el Sendero de la Reserva del Saja, de Bárcena de Pie de Concha a Bárcena Mayor)…

Espero al tren sentada en uno de los dos bancos. Estoy sola en la estación… y sola también en el primer vagón…Me duelen las orejas de llevar la mascarilla…

Saber más

PUJAYO, PUEBLO DE CANTABRIA 2020. “UNA ALDEA EN UN ENTORNO NATURAL”

11 núcleos rurales de menos de mil habitantes optaban a convertirse en Pueblo de Cantabria 2020: Salcedo (Valderredible), Cicera (Peñarrubia), Quintanamanil (Campoo de Yuso), Viérnoles (Torrelavega), Pujayo (Bárcena de Pie de Concha), Arredondo, Aja (Soba), Güemes (Bareyo), Lebeña (Cillorigo de Liébana), Tudanca y el Barrio La Iglesia (Ruiloba).

El premio

Lo aprovecharán (130.000 euros) para limpiar y potenciar las zonas cercanas al cauce del río Galerón, así como colocar señalización de madera o piedra a juego con el entorno.

Tradiciones

Izar la Maya cada 10 de agosto (festividad de San Lorenzo). Los mozos del pueblo, bajan un haya desde el hayedo de Montabliz y durante unas semanas, la preparan para su alzamiento durante las fiestas de San Lorenzo.

También se celebra San Martín el 11 de noviembre, patrón del pueblo.

ENLACES

https://www.eldiariomontanes.es/cantabria/once-localidades-optan-20200820221840-nt.html. Los once candidatos, en 2020.

https://www.youtube.com/watch?v=vVggUc_TaEg. Pujayo.

https://www.youtube.com/watch?v=_4Kk6P6yv5s. Pujayo.

https://telodigotelocuento.wordpress.com/2019/06/19/ruta-pujayo-pico-obios/. Ruta Pujayo-Pico Obios.

“Pujayo resulta ser un pueblo de tránsito en la Edad Media, podéis leer en el enlace una anécdota con Doña Urraca a su paso por el pueblo [los mozos le arreglaron una rueda de su carruaje y por ello quedaron exentos de reclutamiento]. Cabe destacar que aunque ascendemos por una pista de montaña existen trazos en la ruta de un camino más antiguo, probablemente utilizado por Doña Urraca y su séquito. Por lo tanto, nos encontramos ante una ruta que además de su excelente naturaleza y vistas desde la cima, tendrá un importante contenido histórico…”.

https://www.eldiario.es/cultura/libros/almaciga-artefacto-literario-dispuesto-recuperar-palabras-perdidas-medio-rural_1_6240532.html. La escritora y veterinaria de campo María Sánchez publica un glosario y libro, Almáciga, cuyo objetivo es recuperar y reivindicar palabras del medio rural.


No hay comentarios:

Publicar un comentario