En el Diccionario Madoz, de
1850, se dice referente a este pueblo de
50 vecinos (200 almas): “…situado entre montañas…no hay más camino carretero
que el que dirige a Pie de Concha…Tiene 44 casas, escuela de primeras letras… a
que asisten 22 niños, iglesia parroquial (San Martín, [del siglo XVI])…, una
ermita (San Lorenzo, [en el puente de Pujayo, en la actualidad en Molledo]) y 4
fuentes de buenas aguas…El terreno es áspero y de mediana calidad y lo fertilizan
las aguas de un arroyo que llaman Galerón…”.
A 401 metros sobre el nivel del mar y a 3 kilómetros de su capital, Bárcena, en 2008 contaba con 76 habitantes. Se halla junto a la calzada romana del valle del Besaya, cerca del castro de Los Agudos, y junto al Pico de Obios, de 1.223 metros. En 2020 es elegido “Pueblo de Cantabria”.
Miércoles,
30 de septiembre. Antes del primer temporal del otoño…
Día despejado a las 7.50 h
cuando salgo a coger el tren.
En Belafonte (Calle Rubio)
están colocando mesas y sillas en la terraza.
15 grados a las 7.57 h. Para
mí, temperatura perfecta.
En la taquilla, un grupo de
mochileros…, hombres mayores. Espero que no vayan a Pujayo…Quiero disfrutarlo
sola, todo para mí…
Se me ha olvidado en
casa mi bolsa de “petachos” con la
podadera y los horarios, entre otras cosas. Trato de fotografiarlos con el
móvil, pero me salen borrosos…
A las 8.13 h estoy montada
en el tren. 12 grados. Tiene la llegada a Pujayo a las 9.21 h, y el siguiente
tren de vuelta es a las 12 y 16 h. Tengo casi 3 horas para recorrer el pueblo.
En el primer vagón vamos
solo 4 personas…, bien separadas. El grupo de senderistas va en el segundo. El
sol ya es una naranja a la izquierda de Peña Cabarga.
Como siempre, nos paramos
después de Guarnizo. En Renedo, se baja bastante gente.
¡Qué bonita es la luz cálida
de otoño…! En los prados, la niebla descansa. También hay rocío en las zonas
más sombreadas.
En Zurita, un operario limpia
con fruición máquinas y mamparas. En Viérnoles, alguna chimenea humea.
¡No me lo puedo creer…!
Sigue roto el tejado de la estación, y vallado, en Las Caldas…
Los trabajadores de la
construcción (lijados, andamios…) hoy están aprovechando antes de que venga el
temporal.
Llegando a Lombera veo 4
columnas de humo en un eucaliptal, que se suma a la niebla de las montañas. Ya
voy sola en mi vagón.
El grupo se baja en Las
Fraguas. ¡Biennnn! Pensaba que íbamos a ser multitud en Pujayo…
- ¿Va a Reinosa…? – me
pregunta el revisor.
- A Pujayo.
La niebla espesa me recuerda
la primera vez que bajé en Santa Cruz de Iguña, allá por 2014…Seis años ya…El
tren lleva puesta la calefacción.
9 grados en Molledo a las
9.15 h. El sol vuelve a brillar.
A las 9 y 26 h me apeo en
Pujayo con 10 grados. El tren está en curva y hay un agujero para subir o bajar. Se suben un hombre (con un carro de la
compra) y una mujer.
El
paseo
En la estación, se oyen
campanos y el rumor de un arroyo. Y se ven avellanos y cardos, en primera
línea; robles y chopos (que empiezan a
amarillear), en segunda. Enfrente, el viaducto de Montabliz y, en un lateral,
un pasadizo de cemento para salir en dirección al pueblo…VILLA, como anuncian
unos azulejos en el contrafuerte de la iglesia. ¡Y que siempre tenga que haber
un cable que te interrumpa la panorámica…!
El cementerio, chiquitillo,
está en la parte de atrás de San Martín, Enfrente, Barrio Monasterio, en letras
blancas sobre un fondo granate.
Buscando un baño “natural”
encuentro (dando la vuelta a la iglesia) una senda de hierba y piedra que
asciende, dejando atrás unas bolas de silo -en plástico amarillo rabioso- bajo
una higuera cargada de higos.
Voy entre majuelos, castaños
y pinos -que dejan el suelo tapizado con sus agujas marrones). Los helechos
también empiezan a secarse.
La senda llega hasta el
viaducto. Luego empiezan pedruscos y, como no sé a dónde llevan, me vuelvo
hacia el pueblo. Los campanos de las vacas y el ruido de la autovía son los
únicos sonidos.
Ya en el pueblo, una casa se
vende junto a otra florida (rosas, lantanas, begonias…; incluso han llegado los
agapantos…), En un rincón, junto a un rosal cultivado, una mata de flores
silvestres (¿guija tuberosa…?, ¿lathyrus…?).
Los caminos son de cemento
(pensando en el invierno, supongo). Mientras me adentro en la villa, distingo
la maya (un tronco desbastado), levantada el pasado agosto, en la festividad de
San Lorenzo.
A las 10.45 h, sobre una
viga a la puerta de un pajar, al sol, me como mi sándwich de atún, huevo duro y
rúcula. ¡Delicioso! Tenía una gusa…Aún
no me he cruzado con ningún vecino, aunque he visto a un señor, en su jardín, a
lo lejos.
Hay muchas higueras, parras
y nogales. En los balcones, geranios. Y he visto una huerta muy guapa. De
repente, al volver una esquina, te encuentras con un rincón hermoso…
Cojo un camino de cemento –
con rayas, incisiones en horizontal- que me saca del pueblo (a la derecha de
una casa con geranios rojos grandes y rozagantes). Es bastante largo (buen
trabajo se han tomado cementándolo…Incluso pasan tractores…). Llego hasta un
prado con tudancas y un arbusto plagado de hierba de los pordioseros, con sus
vellones blancos, y me vuelvo. El paisaje es una maravilla.
De nuevo, en el centro, por
fin saludo a un señor, con su mono de trabajo, junto a un tractor.
Luego, tomo el tercer camino
que me saca del pueblo: este sí está indicado como sendero de largo recorrido,
en blanco y rojo. En primer término, una casa que me resulta rara, toda de
madera oscura.
A mi izquierda se oye el
sonido del agua. ¿El Galerón…? Veo un cauce seco y, un poco más arriba, tras
cruzar un paso de vacas, lo veo, apenas un arroyo.
Huele a humo de leña. En un
rincón, tapada por un plástico, una provisión de leña cortada. Cerca, el tocón
de trocearla.
Villa Carmen se vende. A su
derecha, el río y un puentecito. ¿Sería aquí donde estaba la ermita que hoy
está en Molledo…? Un poco más abajo, han hecho un parque infantil con
porterías, una fuente, barbacoa, un merendero y elementos para los mayores.
Todo en uno.
Encuentro a dos
vecinas, barriendo la calle con sus cepillos. Otro señor corta troncos con la
sierra mecánica (nada de hacha…). En un recodo del camino, unas "jaulas-jardinera"..
Acabo saliendo al Barrio Monasterio
que había dejado para el final, junto a la fuente de 1926 y la iglesia de San
Martín.
Al salir del pueblo, en una señal de tráfico que indica una limitación de la velocidad a 30 kilómetros por hora, lo veo: GR-71 (el nombre del sendero de largo recorrido de las señales blancas y rojas. Es el Sendero de la Reserva del Saja, de Bárcena de Pie de Concha a Bárcena Mayor)…
Espero al tren sentada en
uno de los dos bancos. Estoy sola en la estación… y sola también en el primer
vagón…Me duelen las orejas de llevar la mascarilla…
Saber
más
PUJAYO, PUEBLO DE CANTABRIA 2020. “UNA ALDEA EN UN ENTORNO NATURAL”
11 núcleos
rurales de menos de mil habitantes optaban a convertirse en Pueblo de Cantabria
2020: Salcedo (Valderredible), Cicera (Peñarrubia), Quintanamanil (Campoo
de Yuso), Viérnoles (Torrelavega), Pujayo (Bárcena de Pie de Concha),
Arredondo, Aja (Soba), Güemes (Bareyo), Lebeña (Cillorigo de Liébana), Tudanca
y el Barrio La Iglesia (Ruiloba).
El
premio
Lo aprovecharán (130.000
euros) para limpiar y potenciar las
zonas cercanas al cauce del río Galerón, así como colocar señalización de
madera o piedra a juego con el entorno.
Tradiciones
Izar la Maya cada 10 de
agosto (festividad de San Lorenzo). Los mozos del pueblo, bajan un haya
desde el hayedo de Montabliz y
durante unas semanas, la preparan para su alzamiento durante las fiestas de San
Lorenzo.
También se celebra San Martín el 11 de noviembre, patrón del pueblo.
ENLACES
https://www.eldiariomontanes.es/cantabria/once-localidades-optan-20200820221840-nt.html. Los once candidatos, en 2020.
https://www.youtube.com/watch?v=vVggUc_TaEg. Pujayo.
https://www.youtube.com/watch?v=_4Kk6P6yv5s. Pujayo.
https://telodigotelocuento.wordpress.com/2019/06/19/ruta-pujayo-pico-obios/. Ruta Pujayo-Pico Obios.
“Pujayo resulta ser un
pueblo de tránsito en la Edad Media, podéis leer en el enlace una anécdota con
Doña Urraca a su paso por el pueblo [los mozos le arreglaron una rueda de su
carruaje y por ello quedaron exentos de reclutamiento]. Cabe destacar que
aunque ascendemos por una pista de montaña existen trazos en la ruta de un
camino más antiguo, probablemente utilizado por Doña Urraca y su séquito. Por
lo tanto, nos encontramos ante una ruta que además de su excelente naturaleza y
vistas desde la cima, tendrá un importante contenido histórico…”.
https://www.eldiario.es/cultura/libros/almaciga-artefacto-literario-dispuesto-recuperar-palabras-perdidas-medio-rural_1_6240532.html. La
escritora y veterinaria de campo María Sánchez publica un glosario y libro, Almáciga, cuyo objetivo es recuperar y
reivindicar palabras del medio rural.
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