viernes, 24 de agosto de 2018

PASEOS DE VERANO. UN DÍA EN AJO


A 29 kilómetros de Santander  y 46 metros sobre el nivel del mar. Con algo más de 1.500 habitantes -leo por internet mientras miro imágenes de Google (acantilados, playas, el faro, la ojerada, la ría, una iglesia con nombre francés…).

Ajo me suena al cabo que recitábamos de pequeñas (el punto más al norte de Cantabria), y a la planta, alium, en latín, pero no sé nada más. Nunca he estado antes, que yo recuerde…

Martes, 10 de julio de 2018

Quedamos a las 11 h en Jesús de Monasterio (calle en Santander) para ir en coche rodeando toda la bahía.

Al faro y La Ojerada


Antes de comer, vamos al faro. La entrada cuesta un euro y han hecho una pequeña senda en T a un lado y a otro de la linterna (para que no se abran caminos por todas partes…).
La hierba es mullida de camino a La Ojerada, una especie de ojos o de gafas a través de los cuales se ve el mar.


Flora silvestre a tutiplén

El campo es una sinfonía de colores, de mariposas y vida silvestre. No puedo dejar de fotografiar mientras trato de identificarlas en mi libro de plantas: centauras, orquídeas, malvas o malvaviscos, angélicas o milenramas (como no soy experta, muchas me parecen iguales, o muy parecidas… Eso que dicen de “no hay confusión posible” será para los que saben. Como cuando dicen que “todo es intuitivo”. “Será para usted” -pienso yo siempre…).


El convento de San Ildefonso

Ahora es un Centro de Interpretación del Camino de Santiago. Leo que el convento fue fundado  en 1588 por un tal Alonso de Camino, capitán de Felipe II en Flandes. Era descendiente del primer señor de Camino, un caballero de la ciudad de Tours que, al regresar de Santiago, tras hacer el Camino, se quedó en Ajo y tomó ese apellido en recuerdo de su peregrinación a Compostela.


El claustro, de dos plantas, se puede visitar; conserva un aljibe central y una veintena de arcos de medio punto.


La ría de Ajo

Después de comer, y aprovechando la brisa vespertina, realizamos un periplo hacia la ría, turquesa y tranquila al fondo de los campos, enmarcada por las montañas y los árboles oscuros, más al fondo.


Paramos a descansar y tomar un refresco en el asador Cueva de las Brujas y, cuando nos rompen el silencio y la paz, nos vamos de vuelta a casa.


Tras andar la calle principal, la “Gran Vía” de Ajo, de tiendas y restaurantes, y hacer una merienda-cena, volvemos a Santander ya pasadas las 9 de la noche. Un día redondo.

ENLACES

https://www.youtube.com/watch?v=Y4vzhDA5uCQ. El cabo de Ajo y La Ojerada.

http://www.rtve.es/alacarta/videos/espana-directo/espana-directo-ajo-cantabria/2576366/- Ajo, el porqué de  su nombre.

SABER MÁS

Folleto del Ayuntamiento con 5 rutas por el municipio.


Y un rincón para el descanso: el parque público don Luis de Escallada.




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