viernes, 29 de julio de 2016

EL SANTANDER DE EULALIO FERRER (CON SUS PALABRAS)

Tiene una calle desde hace unos meses en una transversal de la calle Vargas.


Eulalio Ferrer, Lalio, nació en 1920 en Santander y murió en México en 2009. Empresario de la comunicación y publicista, hizo carrera en el país mexicano, a  donde se exilió tras la Guerra Civil.

Los datos están sacados de su libro “Entre alambradas” (1988) y “Mi Santander” (1999), principalmente…


Sus recorridos antes de la Guerra Civil (1936)

“Iba a la escuela de los salesianos en la calle Viñas...donde me inscribió mi abuela paterna, allá en 1930... Me cambiaron a la Escuela Laica de la calle Magallanes...Adolescente, era un ávido lector de la biblioteca municipal...

Alrededor del Ayuntamiento, por sus barrios aledaños, transcurrió mi infancia y adolescencia...Aquí vine más de una vez a visitar a mi padre cuando era Teniente Alcalde...”.

“Éramos vecinos (de Pepe García Venero, hijo de la señora Petra, la dueña de la fábrica de bolsas  de papel donde trabajó mi madre), en el número 12 de la calle Florida, el barrio latino de Santander... Su hermano Antonio me enseñó a montar en bicicleta y gracias a su generosidad conocí la primera película sonora en el “Pabellón Narbón”…Cacahuetes de la “Casa Maestro”, frente a nuestra vecindad de la calle Florida...”.


“En la cuesta de la Atalaya, donde fui enlace en los días de julio del 36...
El refugio antiaéreo de la calle de Cisneros...”.

Después de la Guerra Civil (1968)

En 1968 vuelve a España, tras casi treinta años de exilio: “Creía que mi calle, Florida, era de unos dos kilómetros, y que El Sardinero, por lo menos tenía seis kilómetros de playa...". 

Un viaje sentimental por el pasado


“Empezó en la calle Cisneros, en cuyo número 1 nací, encima de la panadería “Becedoni”...Un pequeño montículo llamado La Trocha fue escenario de las primeras hurrias donde participé contra los terribles chavales de la calle del Monte. Enfrente, encima de la “Hojalatería de Leal”, viví algunos meses con mis abuelos paternos...



Muy cerca, en la calle de Isabel la Católica, estaba mi primera escuela, la Escuela Evangélica de don Josué Benito. Con anterioridad, había hecho palotes con don José de la Reguera, en la calle Vargas, próxima a la zona de Cuatro Vientos, en Calzadas Altas, donde residimos algunos años... Después los llevé a la calle de la Florida...en esa planta baja – bodega o entresuelo – del número 12, en un piso húmedo y oscuro, con un patio trasero donde se tendía la ropa, mi madre preparaba cada año sus ricas anchoas...Cuesta arriba, las dos tiendas que hacían contraesquina con  Florida y Concordia, en triángulo con el emblemático edificio de “La Gota de Leche”. Una tienda se llamaba “El Golpe”... y la otra, “La Mariuca”...

Saliendo de Florida, bajamos a la calle de Magallanes, la calle en que yo jugaba al fútbol, generalmente con pelotas de trapo. Cuando era portero, y me tocaba la calle Gravina, regresaba con las rodillas sangrantes a casa... De la Casa del Pueblo nos fuimos a la Biblioteca Municipal, en las calles de Gravina y Rubio. Territorio de mis lecturas infantiles… Triángulo de mi vida adolescente: Biblioteca-Casa del Pueblo-Escuela Laica. Cisneros-Florida-Magallanes...



Volvimos a enderezarnos por la calle de Magallanes hasta llegar a la que fue la Escuela Laica de don Aurelio Herreros, presidida por mi padre. Un salón amplio, hoy convertido en carpintería, que comunicaba a la calle trasera y paralela de San Luis...Enfrente estaba el breve terreno, coronado con un peñasco, en el que jugábamos a la hora del recreo. Pegado a lo que fue nuestra escuela, el antiguo frontón de los Aramendía, en cuya parte exterior jugábamos a la pelota de mano, antes de que se convirtiera en cine popular, donde vería las películas de Tom-Mix, de La Pandilla, de Rin-Tin-Tin, de Dick Turpin, de Búfalo Bill, de Harold Lloyd, las de El Gordo y El Flaco...”.



SABER MÁS

http://www.eldiariomontanes.es/santander/201408/19/calle-falange-espanola-pasara-20140819165145.html. La calle Falange Española (una de las transversales de la calle Vargas) se llamará Eulalio Ferrer.


“…este pudoroso maestro disfrazado de mecenas y escritor”, por Adolfo Castañón.

Lo último, ultimísimo...



[Gracias a Ramón Viadero por la información sobre la Casa del Pueblo en la actualidad, donde el IFES, en Magallanes, 6, y a Antonio Santoveña por la localización de la Escuela Laica, en Magallanes, 31].

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