viernes, 13 de diciembre de 2019

DIARIO “Un año mirando desde el balcón” (2)

Martes, 3 de diciembre

Hoy parece que quiere hacer sur (aunque a las 8 menos 20 hay 5 grados en la calle. En mi casa, a pesar de la semana que he estado fuera y de no tener calefacción central, continúan los 19 grados, gracias a unas buenas ventanas).


El ruido del tráfico me parece llegar más del este que del oeste (del Ayuntamiento más que de Cuatro Caminos).

Veo luz en el taller ¿ cerrado del 31. Mi vecina del bajo dice que oye correr ratas por el techo de su casa… Y que deben venir de ese local…


En los edificios, las ventanas de luz blanca compiten con las de luz naranja, más cálida. Me llega un olor a cebolla cruda, como de sudor.


A las 8 menos 10 cierro rápido la ventana -sin ventilar ni nada- que se escapa “el gato”. Tengo condensación en los cristales. Hace frío y hay un  73 % de humedad.


Miércoles, 4 de diciembre

A las 8 y 20, nubes rojas y otras que recuerdan a las de los incendios.


Las gaviotas graznan por mi izquierda mientras el ruido sordo del tráfico me ataca por la derecha. También se oye el sonido gutural de las palomas: parece que se rascan los oídos por dentro.

En los tejados brilla el relente de la noche y mis ventanas están empañadas de condensación. Todo rezuma humedad (83 %, y 5 grados de temperatura).


¡Qué bien se está en casita! En mi pasillo, 19 grados y un 61 % de humedad. Hoy he leído un artículo sobre “¿Cuánta casa necesitamos…?” Se citaba a Thoreau, cuya cabaña autoconstruida en el siglo XIX tenía 13 metros cuadrados y la actualización del alumnado de la universidad de Texas en 2019, de 37 metros cuadrados.

No sé cuánta casa se necesita, pero sí un techo donde cobijarse y tener tus cosas. El derecho a la vivienda me parece fundamental.

Este 7 de diciembre tendrá lugar “la noche sin hogar” (https://www.lanochesinhogar.org/) en 50 ciudades del mundo para concienciar sobre el sinhogarismo. En España, al menos 31.000 personas carecen de una casa. Se puede contribuir con una donación económica y dormir una noche a la intemperie para experimentar el frío. Yo ya sé lo que es no poder dejar de temblar…

Ya están iluminadas las oficinas de la calle Burgos, pero no distingo “comensales”. ¿Serán las señoras dela limpieza…?


De cuando en cuando, un martillo trepanador te atruena los oídos.

Mientras estaba en Madrid se me ha acabado de morir lo poco que me quedaba en mi jardín aéreo (léase el cebollino y una cuantas ramitas de albahaca). Tendré que replantarlo…


Por el este del edificio de andamios surge una nube en tirabuzón y del número 23 ¿sale vapor en momentos medidos del tubo de extracción de humos¿??


¡10 minutos! Ya he ventilado…

Viernes, 6 de diciembre. 8 h

No sé qué les pasa hoy a las gaviotas: gritan como posesas. 7 grados y 91 % de humedad: hace un frío que pela, pero amanece despejado y naranja, con una ligera brisa.


Una de las que grazna se ha apostado en un grupo de antenas; otra, se ha posado en una chimenea cercana. Varias surfean alrededor de las torres blancas.



La dentista del 27 ha puesto luces de navidad en su patio trasero. Ayer encendieron las de Santander, justo antes del puente de la Constitución. Esperemos que no compita en gasto -por mucho que sean luces led…- con Vigo y Madrid…


La gaviota de la chimenea a mi izquierda, permanece impertérrita, sin graznar, solo moviendo la cabeza (en un momento dado, se gira 180 grados) . La de la antena está demasiado lejos para distinguir sus gestos, pero también lleva petrificada un rato.


El cielo se va enrojeciendo, aunque con mi máquina de fotos no se aprecia. Se me están congelando las yemas de los dedos. Me meto en casa a las 8 y 10. Hoy también hay rocío sobre los tejados. 

Miércoles, 11 de diciembre


¡Otra ristra de lluvias y nuevo tren de tormentas! Buffff.

Hoy, a las 8.30 h, parece no haber amanecido. La lluvia cayendo y los martillos “trepanadores” son el ruido principal en el exterior.

Aún hay luces en las ventanas y está iluminada la H azul del hotel porque con la luz natural no se ve un pimiento.

Una gaviota solitaria planea para posarse en un resalte. ¡Ya tiene ganas de salir del nido…!

Un bebé llora en una casa cercana. ¿Lo habrán levantado para ir a la guarde…?

Mi vecina del 31, del 5º, ha tendido a secar todas las bayetas a la vez, pero no lo van a hacer nunca...


Mis vecinos encima de mí, han hecho como yo: mientras toca que se haga la fachada trasera (más de 20 años desde la anterior reforma), pintamos los alrededores de las ventanas, hasta donde llegamos…



En el patio del 27, dos sillas de plástico solitarias, mojándose. La camiseta que se voló y aterrizó en el patio de los de enfrente,  ¿se acabará convirtiendo en microfibras ante mis ojos…?


Según el móvil, a las 8. 40 h, 11 grados, 85 % de humedad y viento a 27 km/h.

Sábado, 14 de diciembre

5. 20 h de la mañana. Solo se oye el tráfico…incluso a esta hora.


Hay pocos insomnes: solo veo una ventana encendida en lo alto de las torres blancas (y la mía). También la del taller ¿? del bajo del número 31. ¿Quedará permanentemente encendida…?

Una sirena de ambulancia destaca entre el rumor sordo. Y luego el ruido de un motor de coche que debe tener 200 años y no ha pasado la ITV hace cien…

Se enciende la luz de la escalera del edificio de la calle Alta. Igual alguien vuelve de una noche de farra, o es alguien que va a trabajar, muy temprano…



¡Otra ambulancia!

Para hoy dan cero lluvia. Un 69 % de humedad y viento de 14 km/h. Huevo frito predominantemente y temperaturas entre los 12 y los 17 grados. A las 5.30 h hay 13 grados y está nublado -según mi  móvil. Como es de noche, no lo veo…

Domingo, 15 de diciembre

7.10 h. Hay dos ventanas encendidas (y la mía…).

¡Uy! De repente, en el hotel azul se encienden varias. Debe de ser la hora de arreglarse y salir lo antes posible, de vuelta a casa…


En el cielo, se  aprecian nubes y claros. Dan 13 grados y mayormente nublado. De lluvia, solo un 2%, pero una humedad del 87 %, y nada de viento.


Oigo una moto pasar, petardeando.

Abajo, en el 27, he visto cepillarse el pelo a una adolescente. Se oyen voces tenues.

El omnipresente fragor del tráfico y el continuo de una industria son rumores que nunca paran. Ahora, el tubo de escape de uno de esos coches que tunean para hacer más ruido. Yo, para quienes hacen ruidos y no respetan, ¡multa!...

El pitido del tren y alguien abajo que parece cachetearse las mejillas (¿con Floid…?), o aplastar chuletas con una maza…Me asomo al balcón, pero no veo a nadie…

Ahora, las máquinas que limpian las calles (ya podían inventarlas sin ruido…). Hace ya años, en un curso sobre jardines, lo comenté y me dijeron que “el ruido (eliminar el ruido) no era una prioridad en su diseño…”.

Las gaviotas empiezan a graznar, alto y lejos.

X 18 de diciembre. Día de asueto (entre carro y carro de tormentas)

8.20 h. Omnipresentes martillos trepanadores y los pitidos de las máquinas cuando van marcha atrás. Parece que están haciendo un escáner/resonancia a las calles…Dos o tres escáneres a la vez. Un ruido de mil demonios…

Mi calle parece Siria. Con las lluvias, está permanentemente llena de barro con todos los trabajos de nuevas tuberías y aceras.


Amanecer fresco y naranja. 12 grados, pero viento de 29 km/h, lo que hace que la sensación de frío sea mayor. Lluvia, cero, y 47 % de humedad.


Las gaviotas gritan: unas, posadas; otras, planeando.


En el edificio de andamios, un obrero recorre el piso superior. Ha vuelto a aparecer la bandera española, ¿con motivo de la Inmaculada, del día de la Constitución...???


Las bayetas del 31 se siguen aireando; si fueran jamones, ya tendrían un nivel óptimo de curación…


Aún luce la luna menguante a las 8.30 h...


Jueves, 19 de diciembre. 9 h

Juraría que a las 7 h ha caído el diluvio; incluso con viento. Pero a las 9, si no fuera por los charcos en los patios, parece que no hubiera pasado nada.


Para hoy han dado bastante viento…, y lo hace. 55 km/h. Ha crecido desde las 6 de la mañana, lo mismo que el porcentaje de lluvia esperado (ahora, el 6%). Hay 15 grados, pero la sensación térmica es menor.

Las nubes parecen de sur, pero el viento es ábrego porque ha cogido frío al pasar por los Picos nevados. Hoy no es el mejor día para pasearse por los andamios…


Se oye el chasquido de algunos pájaros, ¿estorninos invisibles…?, y  el ruido, insoportable, de la calle, con los martillos hidráulicos.

No me había fijado en los cactus del 2º, del número 31. Odio las plantas “pinchudas” y no entiendo la manía de ponerlas en jardines o en aceras de paso.


Siempre hay alguna prenda caída en el suelo…



Martes, 24 de diciembre. Víspera de Navidad

Día hermoso a las 8 h, lleno de colores: azul celeste, rosado, naranja…Las gaviotas graznan mientras cruzan el cielo de un lado a otro, sin propósito. Las nubes se alargan en dirección oeste-este.

La temperatura es buena: 14 grados. “Despejado con intervalos nubosos”. Cero lluvia para hoy. 62 % de humedad y viento de 21 km/h.

Dicen que las témporas, esta vez,  han quedado de sur… Según mi móvil, si no cambia, en los próximos días, habrá “huevo frito” hasta Año Nuevo.

Una paloma zurea en algún lugar a mi izquierda mientras por la derecha no cesa el sempiterno ruido del tráfico, solo roto por el caer del cristal de un contenedor de vidrio que se vacía.

Martes, 31 de diciembre. Último día de 2019


Hoy no ha amanecido muy brillante (en cambio, la noche de ayer fue bien clara).


A las 8. 35 h me huele a pastel, a hojaldre: como si tuviera debajo el obrador.

Las gaviotas chillan en el cielo y alguien habla. En el 5º del 31 siguen las bayetas aireándose; yo creo que deben sacarlas cada día para que se esfumen las bacterias…

Hay una ligera brisa y, como tengo tos perruna, me refugio tras el quicio de la ventana. En mi pasillo, sigo con 19 grados (gracias a que mi casa da al sur y al calorcillo que se acumula cada día, supongo).

Se me ha muerto la máquina de fotos (hizo plop y murió; quizá ya tocaba y la batería se agotó…). Como la cámara de mi móvil solo saca fotos “del revés” y no tiene ni zoom ni nada… Voy a ver si mi hermana o mi sobrino me ceden sus máquinas, que apenas usan.

En el patio del 25 apenas distingo (con gafas) qué hay sobre la silla: ¿calcetines…?, ¿una piedra para que no se vuele el trapo que hay debajo…? Otra silla de ruedas está boca con las patas p´arriba sobre el borde-alféizar.

Voy a meterme, que no quiero coger neumonía…







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