Martes,
9 de septiembre de 2024 (y miércoles, 10, para completar andando, en detalle,
la parte más desconocida o renovada)
Cojo el 11 al pelo a las
11.30 h en Jesús de Monasterio, 21. Es tan difícil coincidir con él… O ya ha
pasado o me queda media hora… No tiene nada que ver con el recorrido de mi “horario de papel” del invierno 2018-2019
(entonces entre el intercambiador de Valdecilla y la calle Alta). Su extensión
ahora es mucho más amplia, por Calvo Sotelo y el Paseo de Pereda (22 grados, un
bochornoooo, y 77 % de humedad). También veo 25 grados y 18: ¡pues sí que son
fiables los luminosos…!
En Puerto Chico cogemos por
Casimiro Sainz y la calle Padres Escolapios para salir a Canalejas y al colegio
(hay una rampa mecánica). Recuerdo que era mi camino para ir a la antigua UNED
-ahora la subdirección de infancia, adolescencia y familia un año que asistí a
un curso de gallego allí. Tengo que volverla a andar… Han renovado las aceras
(y las farolas, y los árboles -loros, me dice mi App de plantas; yo pensaba que
eran perales-, y los bancos…), y aún hay vida de barrio (intento recordar dónde
iba entonces a tomar café, allá por 2001), junto a alguna villa (Villa Azul)
que se conserva.
Llegamos al mercado de
Miranda (un espacio de coworking) y bajamos por la Avenida de los Infantes
hasta el pinar. Salimos a la Avenida de los Castros y al Sardinero, en la plaza
de Italia.
Luego, vuelta a subir por
Pérez Galdós (veo la placa de San Quintín, la que fuera la casa de Galdós, hoy
muy cambiada, por detrás) al colegio de Las Esclavas. Pienso que es un
recorrido bonito y amplio para hacer en bus.
De nuevo llegamos a Miranda,
para bajar (la bajada es bien pindia; parecía que íbamos a despeñarnos) esta
vez por la calle Tetuán (Barrio Camino -el lugar en el mundo del ilustrador
José Ramón Sánchez-, el polideportivo, el centro de salud y el colegio Castro
Verde, junto al “Paseo de la Fama” (con las estrellas de Marta Hazas, Manolo
Preciado, Nando Yosu, Rulo, Okuda y Uco Lastra, por ahora), y salida a Puerto
Chico (pasando antes por el asador Aranda, favorito de mi padre para celebrar
sus cumpleaños con lechazo).
A las 12 y 10, 40 minutos
después del inicio, estoy en Jesús de
Monasterio 21 de nuevo, pero no para y sube a la calle Alta (ante mi
estupefacción, una habitual me dice que es que “hay uno que sube y otro que
baja”, pero es la misma conductora , y el mismo autobús…). Luego, por la calle
Argentina llega hasta la plaza de Toros y al intercambiador de Valdecilla, final
de trayecto.
He de cruzar para coger el
de vuelta, pero ya sé el camino: por el mercado de México y la calle Alta hasta Jesús de Monasterio.
Como falta un rato, me cojo el primero que llega hasta mi casa, por Cuatro
Caminos y San Fernando.