Martes, 17 de mayo de 2022
Como no sé dónde pueda dejar el coche en el centro del pueblo, lo dejo a la entrada, bajo la sombra de los árboles de un parque, y voy andando por la carretera delante de la posada Puente Romano. Por este lado, hablan de medio kilómetro (por Cóbreces, me dijeron que uno).
Dejo atrás la iglesia de San Tirso siguiendo el cartel al “Molino de Bolao”. Más adelante, lo que parece una escuela tiene placas solares en el tejado. Los muros están plagados de hierba de campanario y parietaria.
Después de vueltas y reviravueltas
de la carretera veo, por fin, el mar, y una gran extensión de pradera,
salpicada por máquinas agrícolas.
Entonces, pierdo el cartel,
pero, al acercarme a fotografiar un buzón -en mitad de la nada-, cubierto de
caracoles, diviso abajo, junto al mar, el molino, y lo reconozco como el que vi, entrando por Cóbreces, unos días antes.
¡Hay una excursión…! Veo colorines ascendiendo desde la playa… Si
ya decía yo… Con la publicidad de la película Diecisiete de Daniel Sánchez Arévalo (acaban de instalar una placa) y, ahora, el libro de Juan Gómez Bárcena (Lo demás es aire)...
Bajando una carretera llena
de baches hacia una casa encajonada en el valle, el tercer cartel señala ¿hacia
dónde…?
Sigo unas flechas blancas en
el asfalto, que rodean la valla, y llego a un puentecillo de cemento con una
puerta metálica cerrada con cables y un pastor eléctrico. Me pregunto si será
un camino público, que han cerrado…
Decido preguntar a los
obreros que trabajan en la casa, que deben ser de la zona, y uno me grita que
“empuje p´atrás o p´alante”, que es para que no se vayan las vacas. “Si no tocas
el cable eléctrico, no pasa nada…”.
Así que, con mucha delicadeza,
y dos deditos, empujo y vuelvo a poner el alambre enganchado en el poste.
Cuervos o chovas planean
sobre mí y las vacas rubias también se acercan. El riachuelo (arroyo La Presa) está sombreado por
los alisos, con sus raíces dentro del agua.
Tras llegar a los molinos, me
vuelvo por el mismo sitio; solo que doy un gran rodeo y salgo a la carretera
general por el barrio de La Herrán,
dejando atrás un par de bancos bien soleados, pero con dos plantas de sauces
llorones, que proporcionarán frescor en el futuro.
Mi coche se ha mantenido
fresco bajo la sombra.
https://www.youtube.com/watch?v=Ok_kQmzG-xY. Tráiler de Diecisiete.
Según la novela de Gómez Bárcena, los acantilados salen también en la película El túnel, de 1987.
Este año, del 8 al 10 de julio, se celebra la V edición del Festival Bolao Folk...
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