Zenobia Camprubí, antes de casarse con Juan Ramón Jiménez, estuvo en el balneario de Solares. Fue en 1911, tenía 24 años, y era la primera vez que venía al norte de España.
Hoy, en 2021, un 4 de
febrero, voy en busca de “los lugares de Zenobia” en los alrededores del
balneario.
Jueves,
4 de febrero de 2021
14 grados a las 8.55 h. De
momento, aguanta (hoy dan “huevo frito” con lluvia) y está como de sur.
En algunos árboles, ya está
empezando a salir “la pelouse”, las primeras hojas de la primavera, que son
como pelusilla.
En Astillero, por los
senderos de las marismas negras, pasea a
estas horas un montón de gente (yo creo que la pandemia nos ha hecho valorar
más el aire libre y poder salir a la calle).
Vamos a toda máquina por el
puente de hierro y los vagones se bambolean. La luz fuera es preciosa: del gris
-en toda su gama- al amarillo pálido ( los colores del 2021, según el Instituto
Pantone).
Si Zenobia viera ahora
Solares, fliparía…Nada más bajarse
del tren vería el viaducto de la autovía (con su ruido incesante) a un lado de
la estación y, al otro, edificios de pisos y la moderna estación de autobuses.
Un operario “enlejía” toda
la acera que rodea la estación: casi me barre los pies…
¿Estaría entonces Casa Enrique -o su sustituta- en el
mismo sitio…?
Intento mirar el lugar con
sus ojos y descubrir casas que
pudieran estar en 1911.
Aún no han abierto las
tiendas (todavía no son las 10 h). La casa de La tienda de Pedro García, junto al río Miera, seguro que también estaba entonces.
En un cartel frente al
balneario se publicita Casa Enrique como “hotel-restaurante desde 1910”.
¡Bingo!
Medio Cudeyo -que han estado
a punto de confinar- incluye las poblaciones de: Anaz, Ceceñas, Heras, Hermosa,
San Salvador, San Vitores, Santiago de Cudeyo, Sobremazas, Solares y Valdecilla.
Han diseñado una ruta
“termal” entre los balnearios de Solares y Liérganes de 6´7 kilómetros
(duración aproximada: 1 h 55 minutos. Jajaja. Para mí, el doble, 4 horas...).
Leo que la primera casa de
baños -en torno al manantial de
Fuencaliente- se levantó en 1827. En 1899 se inaugura la “galería de baños” y, en 1903, se levanta la capilla y se añaden las piscinas. Un año antes, en 1902
se había construido el Gran Hotel (por el arquitecto Lavín Casalís).
En el parque, ya han salido
las primeras prímulas. Seguro que, en 1911, ya estaba el plátano nudoso de
detrás de la capilla (con el tejado lleno de hierbajos…).Puede que también las
palmeras.
Hay varios nidos de
urraca que ahora se distinguen entre los
árboles pelados.
Tomo un senderillo, hacia la
izquierda, rodeando la fábrica de aguas, a ver a donde lleva (¿un atajo?...).
A pesar de ser de cemento, está un poco embarrado. Corto algunas zarzas con mi
podadera.
El camino cada vez se cierra
más y empiezan las ortigas, pero tengo curiosidad. Los plumeros me franquean el
paso como si fueran soldados con los sables en alto. Al final, se hace intransitable y decido
dejarlo: Zenobia nunca se hubiera adentrado por ahí con su vestido de 1911…
Cojo ahora un camino de
tierra por fuera de los arboles (laureles) hasta el balneario. Intento aislarme
de la autovía y del moderno edificio blanco del hotel. Llego así a una puerta
de hierro giratoria frente a un chalé impresionante…y abandonado. Lo rodeo, a
ver si encuentro alguna información. Un chico que pasa no sabe decirme. Se
entraba por una avenida de plátanos, invadida ahora por la maleza y las hojas
secas.
Subo por la travesía virgen
del Pilar y veo el edificio a través de la ventana rota de una casa de
¿guardeses?. Un vecino de la zona me dice que se llama Villa Amalia, que fue
casa de veraneo en los años 1960s; después, comedor del balneario, y oficinas
del personal de Dragados que construyeron la autovía, hasta 1990. Y, desde
ese año, deshabitada.
Continúo mi camino, en busca
de un lugar “ameno” junto a un
riachuelo.
-
¿A dónde quiere ir…? – me pregunta un
paseante con perro, viéndome dudar.
-
A ningún sitio en particular. Me dejo llevar…
-
Como yo -dice el paseante.
Encuentro un merendero, con
un riachuelo canalizado, desde donde se ve el balneario por un lateral (tras
una barrera de plumeros). Si este era el lugar “maravilloso” de Zenobia, ya no
queda nada de su encanto: papeles, botellas de cocacola, y “demasiado” humanizado.
Rodeo el balneario por fuera
de la verja, por el lado de los azulejos. Yo pensaba que los mosaicos eran
antiguos, pero al acercarme, veo una chapita que indica que son de ¡2006!.
Serie Náyades, de Manises (Valencia).
El eucalipto gigante seguro
que ya estaba en 1911. Parece que está vestido de camuflaje.
Ya fuera del balneario,
cruzando el puente hacia el lugar que llaman El Bosque, veo una pasarela
enmarcada por tubos azules. No me hago idea de cuál pudiera ser el paradisiaco
lugar y por dónde bajarían al río. Salgo a la fábrica de tabaco Altadis, y me
vuelvo.
A las 12.15 h cojo el tren a
Santander. Recuerdo entonces que el tramo entre Solares y Ceceñas es muy bonito
entre el bosque y el río, Me imagino a Zenobia como una de las Bronte, Emily Dickinson
o Dorothy Wordsworth. en busca de la naturaleza “salvaje y tranquila”…
Sus
dos cartas desde Solares
La primera, con membrete del
“Gran Hotel. Solares”, es del 23 de
agosto de 1911 y va dirigida a su amigo americano, el abogado Henry Lee
Shattuck (1879-1971). Le muestra su sorpresa por el paisaje del norte de
España. “¡No tenía ni idea de lo paradisiaco que es!...”.
A cinco minutos a pie desde
el hotel descubre “una pequeña hondonada”
y se sienta a la sombra de un gran castaño “que ocupa el lugar”, con
gran cantidad de helechos a su alrededor. A un lado, “un sendero misterioso”:
al otro, pastos.
Los usuarios del balneario no quedan muy bien parados… "En
el hotel no se ve nada excepto solteronas inválidas de edad indefinida y
casadas gordas e inválidas que hacen muchos remilgos cuidando de ellas mismas…,
y hay filas y filas de gente aburrida sentada en sillas de mimbre en las
verandas o en los bancos del parque”…Parece que lo más importantes es recordar
el orden en que el médico prescribió los baños y los vasos de agua medicinal.
La segunda, del 23 de agosto, está dirigida a su amiga Helen Rotch. Es más
larga y se explaya más. Le cuenta el calor insoportable de Madrid (en el último
piso del número 18 de la Castellana, y el contraste con el norte. “Nunca había
estado en esta costa de España…estoy fascinada”. El pasto verde claro, los árboles
altos y derechos, la vegetación exuberante, las rocas grises y el rojo de la
tierra debido al hierro.
Además, le informa, con todo
tipo de detalles, de su visita el día anterior a una mina: “Los obreros cavan
la ligera tierra, la apilan en vagonetas que la llevan a un gran depósito donde
es lavada y, después que el hierro ha sido extraído, …”.
Y de su paseo hasta el
primer balneario, ahora en estado ruinoso. “Todo está salvaje, los caminos están
cubiertos de musgo, muchos de los árboles están ahogados por la yedra y el
lugar entero le hace a uno pensar en la Bella Durmiente”...
También visitan -con un guía-
una cueva con estalactitas y estalagmitas.
La razón por la que su madre
y ella se encuentran en Solares es que su padre, Raimundo Camprubí, ingeniero
de caminos, ha tenido que venir a Santander (a 40 minutos) “para resolver la cuestión del
agua…, arreglar algunos litigios sobre las cesiones del agua”, enviado por el Gobierno.
Martes, 9 de febrero (segundo intento)
Esta
vez tengo que encontrar el lugar, “a cinco minutos del balneario”, que fascinó
a Zenobia.
Cuando salgo de casa a las
8.45 h, los gorriones pían como locos. ¿Barruntarán la primavera…?
13 grados a las 8.59 h. Ris.
Al tren llega una histérica que abre todas las puertas del
vagón con un clínex (yo he abierto -sin clínex- una de las ventanas, la que he
podido, del descansillo que me queda más cercano). En mi vagón, el primero,
vamos 3. Está un poco gris: esperemos que no me llueva…
En Maliaño hay mercado y los
mimosos ya hace días que están en flor.
Al salir de la estación (de Solares)
todas las cosas importantes están a la derecha (excepto el Centro Cultural Ramón
Pelayo, que queda de frente). Además, antes del puente sobre el río Miera (a la
izquierda), se acaba Solares…
En las rutas del macizo de Cabarga,
varias hablan de minas…La Ruta 1 se llama “Ruta de Mina Complemento y Cabárceno”.
La 2, “Ruta de Mina La cabrita”. En la 3, aparece Mina Inés...
Subo hasta el Ayuntamiento,
a medio kilómetro del centro. Me dicen que Mina Pepita está detrás del Día. Tras
la mascarilla, entiendo algo como “Nubes” y la gasolinera de la rotonda. Pero, ¿está indicado…? -pregunto.
Tras llegar a la finca Valdecilla, a donde pone Hermosa,
3 (para dejar vista una próxima excursión), me bajo. Son las 11 h.
Voy por el lado más apartado
de los árboles gigantes (encinas y laureles fundamentalmente). No quiero que
con el viento me caiga uno en la cabeza...
En la glorieta de la
gasolinera, pregunto a una señora: Está por donde el edificio de cristales
azules. El cartel está puesto estupendo:
por fuera de la acera. Con razón, antes no lo vi… Podían colocarlo junto a la señalética
antes de llegar al donuts…Además,
tiene un fondo de camuflaje que apenas le hace distinguirse.
Por fin, llego al parque Mina
Pepita (muy cerca de donde el primer día abandoné porque los plumeros me
cerraban el paso). Tiene que ser este el paisaje que vio Zenobia en 1911, a
cinco minutos del balneario.
No sé cuántos conocerán este
lugar…, aparte de los de Solares. El parque mitológico existe desde 2015, y yo,
las veces que he venido a Solares…, ni verlo. Y está en el centro-centro…Es la
parte de atrás de la fábrica de Agua de Solares.
El lugar, además de
solitario -solo me cruzo con un chaval que lleva un perro negro- está deteriorado
y vandalizado. Pero nada puede restarle encanto y, por momentos, ante los
grandes helechos y el musgo por doquier, me parece haber retrocedido a la Prehistoria
o a la época de los dinosaurios.
A las 11.45 h empieza a
chispear. Damn! Encuentro solo un sitio con agua, creado artificialmente, o recreado
(si ya existía). Pero el ruido monótono de la fábrica es insoportable y han
tirado al agua los respaldos de varios bancos de madera.
Como las gotas son cada vez
más gordas, decido correr para coger el tren de las 12.15 h.
Por la ventanilla,
indiferentes a la lluvia, las garcillas bueyeras picotean en los prados cerca
de Heras.
SABER MÁS
http://turismo.mediocudeyo.es/web/parque-mina-pepita/. Parque Mina Pepita. Historia.
https://www.youtube.com/watch?v=1AO4Ciu_DNQ. Parque mitológico Mina Pepita, en Solares.
https://www.eldiariomontanes.es/cantabria-mesa/1910-templo-carico-20201107211232-ntvo.html. Casa Enrique, templo del carico montañés desde 1910.
Miércoles, 24 de febrero (tercera visita)
Dicen que "a la tercera va la vencida"... Hoy vengo con dos alumnas del taller de escritura. Les he dicho que yo estoy de "comparsa", pero que ellas dirigen...
Me fijo en el cartel a la entrada, con los 15 puntos que se señalan: yo, el otro día solo encontré la flecha que indicaba la Senda de la pindia...
No encontramos ninguno más: han debido ser arrancados o alguien se los ha llevado a sus casas...Así que solo nos queda asignar los nombres al albur...
Ya en casa, encuentro un vídeo en Youtube, a poco de abrir, en noviembre de 2016. Habrá que consolarse con las fotos de entonces...
https://www.youtube.com/watch?v=QuveV5tSbLs&feature=emb_logo. Parque Mina Pepita a poco de abrir, en nov.
2016. El Ojáncano tenía manos…
https://www.eldiariomontanes.es/region/trasmiera/nuevo-proyecto-impulsar-20210302171455-nt.html. Marzo 2021: Nuevo Proyecto para impulsar Mina Pepita.
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