lunes, 14 de agosto de 2017

PASEOS DE VERANO. COMILLAS (3). BUSCANDO CONCHAS

13 de agosto de 2017

La marea ya apenas deja ninguna. Recuerdo cómo me gustaban las de nácar cuando era pequeña; esas que se utilizaban en los botones de camisas y blusas, que variaban de color según les diera la luz.


Ahora tampoco veo pulgas de mar: recuerdo que algunas tenían “ojos azules”. De pequeña, con mi padre, también recogí caracolillos por las rocas (ahora está prohibido). Luego, los cocíamos con agua y sal y los sacábamos de sus cáscaras con un alfiler, algo tan entretenido como comer pipas.

En mi paseo de hoy… , solo alguna concha de lapa pegada a las rocas. En mi Guía de conchas de Cantabria, leo que en la playa de Comillas el “conchero es escaso o nulo”. “En Oyambre, bivalvos”. Habrá que darse un paseo por allí…


Al final de la playa, debajo de Joseín, unas algas -de las verdes- sujetas a las rocas, lo mismo que al otro lado de la playa, junto al puerto; pero no sé qué son: parecen tener unas vejiguitas de aire al final, como unas yemas de dedos…


Basura recogida

Al hilo de ir mirando las conchas en mi Guía, ya que me agachaba, he ido recogiendo los materiales que me ofendían: bolsas de plástico, algunos trozos de cristal más o menos pulido, los colores chillones de las bolsas de aperitivos, latas de refrescos, papel de aluminio de envolver los bocadillos… En Inglaterra, me encantó la manera de llevar los sándwiches: en una fiambrera/táper, partidos en 4, bien apretaditos, y sin plastificar.

Siempre, vaya por la montaña o la playa,  pienso lo mismo: si te traes el peso de la comida y la bebida, ¿no eres capaz de tirar los restos a una papelera o volvértelos a llevar a casa para tirarlos en tu basura…?

De hacer algo, hacerlo bien, ¿no…? Por ejemplo, si llevas el cartón al contenedor azul, mételo dentro (y no lo dejes mojándose fuera, que no sirve para nada) y, si es una caja, desármala para que no ocupe mucho espacio. ¿Lleva tanto tiempo...? ¿Es pedir mucho…?


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